MIAMI, Fla. – La administración del presidente Joe Biden quiere que los empleados de las empresas con una plantilla de 100 o más personas se vacunen completamente contra el COVID-19 antes del 4 de enero, o acepten someterse a pruebas semanales de coronavirus y llevar una mascarilla mientras estén en el lugar de trabajo a partir del 5 de diciembre.
La Administración de Seguridad y Salud en el Trabajo del Departamento de Estados Unidos emitió la norma temporal de emergencia y advirtió que habrá que pagar casi 14.000 dólares por infracción. Los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid aplicarán un mandato de vacunación a los centros con financiación del programa.
El gobernador Ron DeSantis ha dejado claro que no sólo no ayudará a los federales a hacer cumplir los mandatos relacionados con la COVID-19, sino que va a luchar en los tribunales. Florida, Georgia y Alabama presentaron una demanda para impugnar los nuevos requisitos federales.
“El gobierno federal no puede imponer unilateralmente la política médica bajo el disfraz de la regulación del lugar de trabajo”, dijo DeSantis durante una conferencia de prensa en Tallahassee.
Ya hay empresas y centros de salud que aplican estas normas en el sur de Florida. El abogado Michael Elkins, de Fort Lauderdale, dijo que los empleadores deberían tener un plan de cumplimiento para el 5 de diciembre, en caso de que la norma sobreviva a los primeros desafíos legales.
“La OSHA no tiene el personal necesario para hacer que un individuo de la OSHA llame a los empleadores de puerta en puerta. Eso no es lo que va a suceder aquí, así que lo que probablemente va a ver, suponiendo que esta norma sobreviva, es que si usted es un empleador que tiene una investigación de OSHA, esto será parte de esa investigación automáticamente”, dijo Elkins, añadiendo que los empleadores en el umbral de 100 a 300 se enfrentarán a “una tonelada de problemas administrativos.”
Ryder System, Inc. con sede en Miami, proveedor de productos de transporte y gestión de la cadena de suministro que emplea a unas 39.000 personas en todo el país, está evaluando las repercusiones. Frank López, director de recursos humanos de Ryder, dijo que los ejecutivos esperan que se apliquen las nuevas normas.
“Al igual que muchos empleadores, Ryder acaba de empezar a revisar la norma federal de vacunación o pruebas”, dijo López en un comunicado.
El sector sanitario del sur de Florida ha sido proactivo. Baptist Health ya tiene un mandato de vacunación y cerca del 99% de los empleados lo cumplen. El Jackson Health System ya tiene restricciones para los empleados no vacunados y cerca del 84% de los empleados se han vacunado.
“Aunque estamos experimentando escasez de personal en algunos puestos clínicos, nuestra decisión de implementar esta nueva política de vacunas para los empleados y los médicos fue impulsada por nuestro compromiso de proteger la salud y el bienestar de nuestra fuerza de trabajo, nuestros pacientes y nuestra comunidad”, dijo un representante de JHS en un comunicado.
El representante Carlos A. Giménez emitió una declaración en la que dijo que no hay necesidad de mandatos completos de vacunas en el lugar de trabajo, y que los trabajadores no vacunados deben continuar su línea de trabajo con las pruebas adecuadas y los requisitos de mascarillas.
“Debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para garantizar que nuestros primeros intervinientes y trabajadores de primera línea sigan estando protegidos, ahora y en el futuro, independientemente de su estado de vacunación o del estado en el que vivan”, dijo Giménez en un comunicado.