FORT LAUDERDALE, Fla. – Una familia de inmigrantes ucranianos ha permanecido entre rejas sin fianza durante las últimas seis semanas por un presunto delito de odio brutal.
Se les acusa de haber golpeado a un hombre gay de tal manera que quedó ciego.
La madre de esa familia, Inna Makarenko, estuvo en la corte el lunes.
Lleva 47 días en la cárcel.
La víctima del crimen dijo en un principio a la policía que se había caído. No fue hasta seis meses después de la paliza cuando implicó a la familia.
El Estado argumenta que la víctima cambió su historia porque mantenía una relación homosexual de nueve meses con Oleh Makarenko y tenía miedo de la familia.
Los abogados de la acusación leyeron los mensajes de texto que, según ellos, envió Oleh Makarenko a la víctima. Miles de mensajes de texto.
Argumentan que la familia de Oleh Makarenko estaba mortificada por la relación y que Inna Makarenko estaba obligando a su hijo a casarse con una mujer.
Debido a la falta de pruebas físicas, el caso se basa en la credibilidad de la víctima.
Un juez concedió a Inna Makarenko la libertad bajo fianza, pero estará retenida por motivos de inmigración.
Es ciudadana ucraniana y su abogado cree que saldrá de la cárcel en cuestión de días.