MIAMI – En medio de una avalancha de desembarcos de migrantes para comenzar 2023, el éxodo cubano ha alcanzado cifras asombrosas, dicen expertos y funcionarios, y no muestra signos de disminuir.
Cientos de migrantes cubanos han desembarcado en los Cayos de Florida en los últimos días, forzando el cierre sin precedentes del Parque Nacional Dry Tortugas.
El abogado de inmigración de Miami Willy Allen, experto en migración cubana, califica la escala de la migración como “asombrosa”.
Otro experto dice que es un éxodo de proporciones récord.
“Estamos presenciando en este momento la mayor ola de migrantes cubanos en la historia de la migración cubana, incluso antes de la revolución”, dijo el miércoles el profesor de la Universidad Internacional de Florida Jorge Duany, experto en Cuba.
Cerca de 300,000 cubanos han llegado a Estados Unidos, principalmente a través de la frontera sur, desde octubre de 2021. Eso no incluye los cerca de 8,000 cubanos interceptados en el mar durante el mismo período de tiempo.
En marzo del 2022, funcionarios estadounidenses y cubanos de alto rango se reunieron.
“Eso es una despoblación de la isla”, dijo Allen.
De hecho, se estima que el 2% de la población de la isla se ha ido en este último éxodo.
El impacto de la pandemia y el endurecimiento de las sanciones de Estados Unidos han provocado la peor crisis económica en décadas en la isla, con desabastecimiento de alimentos, combustibles y medicinas. El cierre de las fronteras por la pandemia causó la caída de divisas provenientes del turismo y generó también la caída de miles de puestos de trabajo. Además, algunos expertos y los mismos emigrantes mencionaron a las masivas protestas callejeras de julio de 2021 y la respuesta del gobierno como otro de los factores que han alentado la salida.
“Todo esto es la tormenta perfecta para crear el tipo de presión que lleva a cientos de miles de personas a abandonar Cuba en un par de años”, dijo Duany.
Orlando Gutiérrez, de la Asamblea de la Resistencia Cubana, dijo que los cubanos están “huyendo de la represión” y “huyendo del colapso de la economía cubana a través de la mala gestión del Partido Comunista”.
Gutiérrez, Allen y Duany están de acuerdo: el gobierno cubano está permitiendo el éxodo como una forma de presionar al gobierno de los Estados Unidos para que cambie su política hacia la isla.
En 1965, una situación similar ocurrió con el éxodo Camarioca. 41 años después en los 1980s, hubo un éxodo masivo conocido como el Mariel y, a mediados de la década de 1990, la crisis de los balseros.
“La única manera de detener este éxodo masivo es que las condiciones en Cuba cambien y que haya libertad política, económica, social y cultural”, dijo Gutiérrez.
Allen describe a Cuba como una sociedad colapsada, con ramificaciones que se extienden hasta el Sur de la Florida.
“Me preocupa que no estemos preparados para una crisis de balseros en Cuba”, dijo.