POMPANO BEACH, Fla. – Han pasado varios días desde que David López Alfonso e Ismael Hernández Chirino llegaron al sur de Fla. de una forma inusual.
Los dos cubanos utilizaron un ala delta motorizada para sobrevolar el Estrecho de Florida y aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Cayo Hueso el sábado por la mañana.
El abogado de inmigración Willy Allen los representa ahora.
Allen confía en que sean liberados y se les conceda asilo.
“Me impresionó... me impresionó lo jóvenes que eran”, dijo Allen. “El asilo nunca es fácil. Nunca me lo tomo a la ligera. Todo asilo requiere una sólida presentación de lo que podría ocurrirles a las personas”.
Dado que su peligroso viaje de dos horas ha suscitado mucha atención, tanto en Estados Unidos como en Cuba, Allen cree que lo más probable es que los hombres fueran perseguidos si se les devolviera a la isla.
“Sus (familias) ya han experimentado malestar”, dijo Allen a Hatzel Vela, de Local 10 News. “Vivieron en Cuba. Saben lo que es sentir malestar en su barrio”.
“Creo que la familia está preocupada”, añadió.
Su viaje enfureció a las autoridades de la isla. Los medios estatales cubanos informaron de que el planeador pertenece al Club de Aviación de Cuba y se utiliza con fines turísticos.
El club de aviación denuncia el hecho, lo califica de robo y pide que se castigue a los hombres.
El miércoles, vimos la aeronave de cerca mientras Janine Stanwood, de Local 10 News, explicaba cómo habían llegado lejos.
La Administración Federal de Aviación también estuvo en el lugar tomando fotografías.
Mientras tanto, los hombres permanecen en el Centro de Transición de Broward en Pompano Beach.
“Estamos preparando los primeros documentos para solicitar al gobierno que los ponga en libertad condicional bajo palabra”, dijo Allen.