BUENOS AIRES (AP) — Una de las hijas del ex astro del fútbol Diego Maradona afirmó el miércoles que su padre “merecía” que se aclararan las circunstancias de su muerte al declarar en el proceso a la jueza responsable del escándalo que derivó en la anulación del primer juicio por la muerte del ídolo.
Se trata de la magistrada Julieta Makintach, quien ahora enfrenta cargos por presunto mal desempeño de sus funciones tras haber protagonizado un documental titulado “Justicia divina” que estaba siendo filmado durante las audiencias del proceso oral sin autorización judicial.
“Estábamos buscando a los asesinos de mi papá. Mi papá merecía tener justicia por su muerte”, dijo visiblemente conmovida Gianinna Maradona en su testimonio ante el tribunal de enjuiciamiento de Makintach, que podría ser destituida.
El juicio político se lleva adelante en el Senado de la populosa provincia de Buenos Aires, en la ciudad de La Plata.
La magistrada protagonizó en mayo un escándalo que derivó en la vuelta a foja cero del proceso oral por las circunstancias de la muerte del ídolo en el que estaban acusados siete profesionales de la salud. Un nuevo juicio comenzará el 17 de marzo de 2026.
Gianinna Maradona, de 36 años, relató que cuando su abogado le contó sobre la filmación ella se contactó con la magistrada, quien le aseguró que “no había nada de eso”.
Sin embargo, el material fílmico fue exhibido como prueba irrefutable ante el tribunal que llevaba adelante el juicio por la muerte del astro.
“Queremos la verdad, que paguen todos los que tienen que pagar; somos una familia que estamos sufriendo”, testificó visiblemente angustiada la hija de Maradona, fallecido hace cinco años.
El juicio por las circunstancias en las que se produjo la muerte del exfutbolista había comenzado el 11 de marzo en los Tribunales de San Isidro, en las afueras de la ciudad de Buenos Aires.
En el momento en que estalló el escándalo y se produjo la suspensión del proceso ya habían transcurrido 19 audiencias y declarado 44 testigos, entre ellos la propia Gianinna y su hermana Dalma.
“Mi imparcialidad no estaba comprometida”, insistió ante la prensa la suspendida jueza Makintach.
Maradona murió de un ataque cardíaco el 25 de noviembre de 2020, a los 60 años, durante una internación domiciliaria en una casa alquilada en las afueras de la capital argentina.
Ahí buscaba recuperarse de una cirugía a la que se había sometido dos semanas antes en una clínica privada para removerle un hematoma en la cabeza. La fiscalía considera que, durante la internación en esa vivienda, los siete profesionales acusados no habrían cuidado adecuadamente de la salud del capitán de la selección argentina que conquistó el Mundial de 1986.
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