A pesar de que los vientos en los niveles superiores se han vuelto más propicios para el desarrollo desde ayer, hasta ahora la perturbación conocida como 97L no ha podido reunir mucho en el camino de una tormenta organizada.
El área de baja presión todavía tiene uno o dos días más sobre el agua para organizarse antes de moverse tierra adentro, probablemente a lo largo de la costa de Nicaragua, el sábado.
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Independientemente del desarrollo, el resultado para Centroamérica serán lluvias extremadamente fuertes durante el fin de semana. Los modelos de pronóstico continúan anunciando la posibilidad de que los totales de lluvia superen las 15 a 20 pulgadas, extendiéndose a partes de Guatemala y Belice en los próximos días. Es probable que estos totales provoquen inundaciones repentinas y la posibilidad de peligrosos deslizamientos de tierra en el terreno montañoso de América Central a partir del viernes.
Para nosotros en el sur de la Florida, esto no representará ninguna amenaza en el futuro. Los modelos se han alineado con la alta presión al norte del sistema, forzando 97L o lo que se forma desde él hacia el suroeste hacia el Pacífico oriental hasta principios de la próxima semana.
El Atlántico se calma en las últimas semanas de la temporada de huracanes
A estas alturas de la temporada de huracanes, normalmente el 95% de la actividad de huracanes en el Atlántico ha quedado atrás. Más allá de la próxima semana, los modelos a largo plazo muestran que la cizalladura del viento realmente está aumentando a través del Atlántico tropical, lo que debería cerrar en gran medida el Atlántico durante la temporada, una buena noticia para todos los que estamos listos para disfrutar del clima más agradable y pacífico de esta temporada en el sur de la Florida.