MIAMI, Fla. – Paul Pérez, de 15 años, dijo que él y su familia pasaron un hermoso día de playa en Crandon Park.
Paul afirmó que no sabían que el Departamento de Transporte de Florida (FDOT, por sus siglas en inglés) iba a cerrar un puente elevado el domingo.
Los conductores de Rickenbacker Causeway no podían acceder a las rampas hacia la U.S. 1 en dirección sur ni a la Interestatal 95 en dirección norte.
“Un tipo toca la bocina y se inicia una cadena en la que todo el mundo toca la bocina, están protestando”, relató Paul el lunes.
El bulevar Crandon se convirtió en un estacionamiento. Un video muestra cómo un grupo de personas decidió bajarse del auto y bailar.
“Se volvió tan loco que la gente estaba perdiendo la cabeza que alguien sacó una mesa de dominó”, comentó Paul.
Los bebés lloraban. La gente se quejaba de que no tenían acceso al agua. Christina Hammoud dijo que lo que hacía más frustrante la situación era no saber qué estaba pasando.
“El servicio de telefonía móvil era muy limitado. Teníamos miedo a lo desconocido”, expresó.
A algunos conductores les preocupaba tener que dormir en la carretera sin poder salir de Key Biscayne.
“Estaba dispuesta a hacer de mi auto mi refugio”, manifestó Hammoud.
Algunos encontraron refugio en el supermercado Winn-Dixie de la localidad.
“En la tienda de comestibles, la gente discutía por los productos de charcutería y la leche de fórmula para bebés”, señaló Hammoud.
Había un torneo en el Crandon Golf de Key Biscayne. Hammoud trabajaba allí para un amigo. Dijo que tardó unas 9 horas y 30 minutos en llegar a su casa en Midtown.
El FDOT reabrió parcialmente el puente elevado. Los conductores pudieron llegar a la I-95, pero no a la U.S. 1. El FDOT anunció que el acceso a la U.S. 1 estará disponible de nuevo el miércoles.
Winn-Dixie informó que experimentó “una demanda inesperada” el domingo, pero los trabajadores reabastecieron temprano el lunes por la mañana.