SUVA PLANINA, Serbia (AP) — Una intensa sequía este verano ha dejado sin agua a más de 1.000 vacas y caballos en una montaña del sureste de Serbia, ante lo cual las autoridades tuvieron que llevar suministros de emergencia.
La sequía temprana que comenzó en mayo ha afectado a personas, animales y cultivos en toda la región de los Balcanes Occidentales, provocando restricciones en el uso del agua y la energía, interrupciones en el tráfico fluvial y problemas en la agricultura en esta parte del sureste de Europa.
En Suva Planina —que en serbio significa Montaña Seca— los propietarios de ganado dijeron no recordar que los manantiales se hayan secado antes de mediados de agosto. La falta de agua ha hecho que el ganado descienda la montaña presa del pánico, señalaron.
"No hemos tenido lluvia en la montaña desde el 27 de mayo", lamentó Nikola Manojlovic, del cercano pueblo de Mali Krcimir.
Suva Planina está ubicada a unos 250 kilómetros (155 millas) de Belgrado, la capital de Serbia.
La sequía ha dejado consecuencias visibles en una meseta ubicada a unos 1.200 metros (casi 4.000 pies) de altitud: el suelo agrietado ha reemplazado al manantial principal, junto con hierba seca y amarillenta, y polvo.
"Intentamos cavar nuevos pozos, pero todo se ha secado", señaló. "Fue horrible, nuestro ganado no tuvo agua durante tres días; estaban gritando".
Alarmadas, las autoridades llevaron camiones cisterna el jueves, y trabajadores usaron mangueras para llenar un depósito desde los tanques para los sedientos animales. El Ministerio de Agricultura indicó que seguirá enviando suministros en las próximas semanas.
"Ya salimos del peligro inminente", expresó el jefe municipal local, Milisav Filipovic, después de que los camiones cisterna ascendieran la montaña. Advirtió que la situación sigue siendo igual de mala en la base de la montaña, en aldeas que enfrentan restricciones en el suministro de agua desde hace semanas.
"Nuestros agricultores no recuerdan un año tan malo y difícil", agregó Filipovic. "En su mayor parte, la gente aquí se dedica a la agricultura y usa los productos para sus propias necesidades, para su existencia. Este año ha traído dificultades nunca vistas para ellos".
Aunque un período de clima lluvioso en julio trajo consigo algo de alivio, los agricultores dicen que la tierra está demasiado seca muy por debajo de la superficie para recuperarse fácilmente. Gran cantidad de pequeños ríos, lagos y arroyos de los que suele depender la población de áreas rurales de Serbia se han secado.
En la vecina Bosnia, los meteorólogos han dicho que junio de este año podría terminar siendo el más seco en la historia reciente, lo cual ha causado enormes daños a la agricultura.
En el este de Croacia, las autoridades declararon medidas de emergencia en varios municipios a lo largo de la frontera con Hungría para lidiar con los efectos de la sequía. Los productores de vegetales del país han advertido que muchos de ellos podrían caer en bancarrota.
Hace algunos días, Albania y Kosovo informaron de escasez de agua, lo que también afectó la producción de electricidad en Albania.
Los agricultores de Serbia han pedido ayuda financiera al gobierno, ante el temor de tener una mala cosecha, lo que podría generar un aumento de precios. Los sistemas de riego en el país están poco desarrollados, lo que deja a muchos agricultores dependientes del clima.
Jovica Jaksic, de la Asociación de Agricultores Independientes, dijo a la televisión estatal RTS que el daño al maíz es tan grande que incluso si lloviera el resto del verano, ello no ayudaría.
Los científicos advierten que el cambio climático está exacerbando la frecuencia e intensidad del calor y la sequía en partes de Europa, haciendo que la región sea más vulnerable a los impactos en la salud y los incendios forestales.
La agencia de monitoreo de la UE encontró que, en Europa y a nivel mundial, el 2024 fue el año más caluroso registrado y el continente experimentó su segundo mayor número de días de "estrés por calor".
En Hungría, el vecino al norte de Serbia, los cultivos dañados por el clima han asestado golpes significativos al PIB general del país. Esto ha llevado al primer ministro Viktor Orban a anunciar la creación de una "fuerza especial contra la sequía" para abordar el problema.
Las sequías persistentes en la Gran Llanura Húngara, en el sureste del país, han amenazado con generar desertificación, un proceso en el que la vegetación retrocede debido al elevado calor y la baja precipitación. El suelo permanece "críticamente seco", indicó el servicio meteorológico del país el jueves, y advirtió sobre los efectos negativos en los cultivos.
Se espera una nueva ola de calor en los Balcanes Occidentales en los próximos días.
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El periodista de The Associated Press Justin Spike en Budapest contribuyó a este despacho.
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