BUENOS AIRES (AP) — El presidente argentino Javier Milei admitió el martes que la economía ha sufrido una “fuerte desaceleración” que ha socavado la confianza de los ciudadanos en su gestión y responsabilizó de ello a la actitud “destructiva” del peronismo en la recta final para las cruciales elecciones legislativas del 26 de octubre.
Milei apuntó en declaraciones al canal A24 que la economía venía expandiéndose durante la primera mitad del año y la inflación estaba a la baja, lo que anticipaba un contexto electoral “muy positivo” para el gobierno, pero —acotó— esa tendencia se interrumpió por un “esquema destructivo instrumentado desde el Congreso de intentar romper todo lo que hizo el gobierno”.
El mandatario ultraliberal —que gobierna desde fines de 2023— responsabilizó de las adversidades políticas y económicas que enfrenta a “la vocación destructiva” del kirchnerismo, el sector centroizquierdista del peronismo que es la mayor fuerza opositora en el Congreso.
"La consecuencia de esto es que aumentó el riesgo país y cuando aumenta se te dispara la tasa de interés y se frena la actividad económica. Ahora te encontrás con que no tenés demanda, que el flujo de negocios está mucho más lento y es la consecuencia de que tenés un grupo de forajidos tratando de romper todo", aseveró Milei.
La economía se contrajo 0,1% en el segundo trimestre del año en comparación con el primero y analistas apuntan a desaciertos en la política monetaria, como mantener el valor del dólar bajo y una alta tasa de interés que paralizó el crédito.
La Universidad Torcuato Di Tella publicó la víspera el Índice de Confianza en el Gobierno que elabora cada mes. Tras una abrupta caída en septiembre se ubicó en 1,94 puntos sobre 5, el valor más bajo en lo que va del gobierno libertario.
Analistas coinciden en que aunque Milei ha logrado desacelerar la inflación a partir de la eliminación del déficit fiscal, el creciente malestar social responde al enfriamiento de la economía y al aumento del desempleo producto de las políticas de austeridad aplicadas.
En este contexto fuerzas opositoras mantienen con Milei un pulso por los intentos del presidente de bloquear leyes destinadas a sectores sociales vulnerables que según el mandatario atentan contra su política de “déficit cero”.
El aumento del desencanto social quedó reflejado en las elecciones legislativas del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires —el mayor distrito electoral— en las que el partido de Milei perdió ante el peronismo por unos 14 puntos.
Las turbulencias financieras se dispararon luego de que los mercados consideraron que el triunfo del peronismo podría dar alas a esa fuerza en los comicios para renovar el Congreso nacional en menos de un mes. Un contundente triunfo peronista acotaría el alcance del programa de ajuste del oficialismo, que está en minoría en ambas cámaras y encara la elección como un test a la gestión presidencial.
Estados Unidos salió al rescate del gobierno de Milei , con el que negocia un inédito acuerdo financiero por 20.000 millones de dólares, entre otros instrumentos, para ayudar a estabilizar la economía de su principal aliado en Latinoamérica.
La cancillería informó el martes que “como muestra de la excelente relación bilateral que une a la República Argentina y a los Estados Unidos”, Milei realizará una visita oficial a ese país el 14 de octubre y será recibido por Donald Trump.
La tensión política se ha exacerbado. Milei suspendió el lunes una caminata que iba a realizar en la sureña ciudad de Ushuaia en el marco de la campaña electoral debido a movilizaciones de sectores políticos, sindicales y sociales.
"Agresiones físicas de gente de nuestro lado no hay. La violencia física, que es la que verdaderamente tiene consecuencias, la ejerce el kirchnerismo”, sostuvo el mandatario cuando intentó justificar los ataques a opositores que él realiza desde su cuenta en X y que después replican sus seguidores.
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