El Ejército celebra 250 años con un desfile que coincide con el cumpleaños de Trump

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President Donald Trump, first lady Melania Trump, and other guests stand for the National Anthem, during a military parade commemorating the Army's 250th anniversary, coinciding with his 79th birthday, Saturday, June 14, 2025, in Washington. (AP Photo/Julia Demaree Nikhinson)

WASHINGTON (AP). – El desfile militar que el presidente Donald Trump había deseado durante años recorrió la Avenida Constitución el sábado con tanques, tropas y una salva de 21 cañonazos, en contraste con las protestas organizadas en diversas partes del país por quienes califican al mandatario estadounidense como un dictador y aspirante a rey.

El mandatario republicano, en su cumpleaños 79, se sentó en una tribuna especial al sur de la Casa Blanca para observar la demostración del poderío militar estadounidense, que comenzó temprano y avanzó rápidamente mientras caía una lluvia ligera y nubes oscuras enmarcaban el Monumento a Washington. La procesión, con más de 6,000 soldados y 128 tanques del Ejército, fue algo que Trump intentó realizar en su primer mandato después de ver un evento similar en París en 2017, pero los planes no se concretaron sino hasta este año, cuando se agregó a un evento que reconoce el 250 aniversario del Ejército.

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“Otros países celebran sus victorias. Ya era hora de que Estados Unidos también lo hiciera”, declaró Trump al final del desfile.

El presidente elogió a las fuerzas armadas y dijo que los soldados estadounidenses “luchan, luchan, luchan, y ganan, ganan, ganan”, dando un giro a una línea que Trump regularmente usó durante sus mítines de campaña de 2024 después de que blanco de un intento de asesinato.

En las alturas, el equipo de paracaidistas Golden Knights (Caballeros dorados) del Ejército apareció en el cielo nublado, descendiendo hacia la tribuna de revista. El salto del equipo se había programado para el final del desfile, pero los militares descendieron sobre el complejo de monumentos National Mall mucho antes de lo planeado, en medio de una lluvia ligera.

En varias ocasiones, Trump se levantó y saludó mientras las tropas marchaban frente a la tribuna. Sin embargo, la asistencia pareció estar muy por debajo de las predicciones iniciales de que hasta 200,000 personas asistirían al festival y desfile. Había grandes espacios entre los espectadores cerca del Monumento a Washington en un día en que el clima bochornoso y la amenaza de tormentas eléctricas podrían haber reducido la asistencia.

Horas antes del inicio del desfile, manifestantes salieron a las calles y parques de la nación para criticar al presidente republicano por usar el ejército para responder a quienes protestaban contra sus redadas para deportación y por el espectáculo militar en la capital estadounidense.

Despliegue de poderío militar

Trump ha mostrado su disposición a usar el poderío militar de la nación de maneras que otros presidentes estadounidenses han evitado. En la última semana, activó a la Guardia Nacional de California sin el permiso del gobernador y envió a infantes de Marina a proporcionar seguridad durante las protestas en Los Ángeles vinculadas con las redadas migratorias, lo que provocó una demanda estatal para detener los despliegues.

Mientras los vehículos blindados rodaban por la calle frente al presidente, al otro lado del país, los marines que Trump desplegó en Los Ángeles aparecieron para custodiar un edificio federal por primera vez durante una manifestación. Docenas de marines se alinearon hombro con hombro con su equipo de combate completo junto a la Guardia Nacional, funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional y otras fuerzas de seguridad. Cientos de manifestantes frente a ellos abuchearon en inglés y español, diciéndoles a las tropas que se fueran a casa.

Una manifestación previamente tranquila en el centro de Los Ángeles se volvió caótica cuando la policía a caballo cargó contra la multitud, golpeando a algunos con varas y bastones mientras despejaban la calle frente al edificio federal y disparaban gases lacrimógenos y proyectiles de control de multitudes.

En Washington, cientos de manifestantes contra Trump llevaban carteles con mensajes que incluían: “¿Dónde está el debido proceso?” y “No al desfile militar fascista de Trump”, mientras marchaban hacia la Casa Blanca.

Una marioneta de gran tamaño del presidente, que lo caricaturizaba presentándolo con una corona y sentado en un inodoro dorado, circulaba entre la multitud.

Otros manifestantes ondeaban banderas del orgullo LGBTQ+ y levantaban carteles, algunos con mensajes como: “Prefiero el hielo triturado”, refiriéndose a la agencia de Inmigración y Control de Aduanas, cuyas iniciales en inglés significan “hielo”. Otros mensajes eran: “La invasión fue AQUÍ el 6 de enero, NO en L.A.” y “Hazme un gesto obsceno si eres FASCISTA”.

Las manifestaciones “No Kings” (“Sin reyes”) —los organizadores eligieron el nombre para apoyar la democracia y hablar en contra de lo que califican como acciones autoritarias del gobierno de Trump— que se desarrollan en cientos de ciudades, tenían como objetivo contrarrestar lo que, según los organizadores, son los planes de Trump para alimentar su ego en su cumpleaños y el Día de la Bandera.

Veteranos, partidarios y manifestantes

Mientras tanto, en el National Mall, se montó una exhibición de vehículos blindados, helicópteros y equipo de grado militar para conmemorar el aniversario del Ejército. Varios vendedores afuera del festival ofrecían artículos para conmemorar el hito militar. Otros vendían mercancía temática de Trump.

Larry Stallard, un piloto retirado de American Airlines, viajó a Washington desde Kansas City para el fin de semana “para ver al ejército y ver a Trump”.

Stallard, quien votó por el republicano, dijo que era “difícil de creer” que la gente esté molesta por el costo del evento cuando “gastan eso en 10 segundos en cosas que ni siquiera necesitamos”.

Doug Haynes, un veterano de la Marina que votó por Trump, asistió al festival para celebrar el aniversario del Ejército, pero dijo que el desfile “era un poco exagerado”.

Señalando un tanque cercano, dijo que hacerlos rodar por las calles es una “declaración muy audaz para el mundo, quizás”.

El desfile se agregó hace apenas unas semanas a los planes de celebración del aniversario del Ejército, y ha generado críticas por su costo de hasta 45 millones de dólares y la posibilidad de que los pesados tanques puedan dañar las calles de la ciudad. El Ejército ha tomado distintas medidas para proteger las calles, como la colocación de placas de metal a lo largo de la ruta.

Aproximadamente 6 de cada 10 estadounidenses dicen que el desfile del sábado “no es un buen uso” del dinero del gobierno. La gran mayoría de personas, el 78%, dijo que ni aprueban ni desaprueban el desfile en general, según una encuesta del Centro NORC para la Investigación de Asuntos Públicos y The Associated Press.

Kathy Straus viajó desde Richmond, Virginia, para asistir al desfile, llevando un cartel para criticar su costo y argumentando que el dinero podría haberse utilizado para alimentar a los veteranos.

“Pensé que sería más efectivo venir aquí que ir a una protesta con personas que piensan de manera similar a mí”, dijo Straus.

El desfile recorrió la Avenida Constitución, que fue rodeada con vallas de seguridad y barreras. En un sobrevuelo de aviones militares pudieron verse aeronaves de la era de la Segunda Guerra Mundial, entre ellas un bombardero B-25 Mitchell, y varios helicópteros del ejército volaron a baja altura sobre la multitud, por debajo de la cima del Monumento a Washington. Los soldados montados de la 1ra División de Caballería hicieron una aparición; alguna vez, los caballos tuvieron un papel crucial en la guerra, pero hoy día se utilizan principalmente en eventos ceremoniales, como el desfile de hoy.

Trump tomó juramento a 250 nuevos reclutas y soldados reenlistados.

“¡Bienvenidos al Ejército de los Estados Unidos! Y tengan una gran vida”, les dijo Trump.

El cantante de música country Warren Zeiders hizo una presentación, al igual que el cantante de “God Bless the U.S.A.” Lee Greenwood. El evento culminó con un espectáculo de fuegos artificiales.

Al parecer, los planes para que los aviones de combate de la Fuerza Aérea sobrevolaran el evento fueron descartados debido al clima.

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Los periodistas de The Associated Press Eric Tucker, Michelle L. Price, Nathan Ellgren, Lea Skene, Olivia Diaz, Joey Cappelletti, Ashraf Khalil y Tara Copp en Washington, y Jake Offenhartz en Los Ángeles, contribuyeron a este despacho.


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