MINNEAPOLIS — Un tiroteo el miércoles en una escuela católica de Minneapolis dejó dos niños muertos mientras rezaban e hirió a otras 17 personas, 14 de ellas niños, dijeron el jefe de policía y el alcalde. El agresor también murió.
El jefe de policía de Minneapolis, Brian O’Hara, informó que la persona que disparó —iba armado con un fusil, escopeta y pistola— se acercó al costado de la iglesia y disparó a través de las ventanas hacia los niños sentados en las bancas durante la misa en la Escuela Católica de la Anunciación.
O’Hara dijo que el sospechoso del tiroteo está muerto, tenía poco más de 20 años y no tiene un historial criminal extenso conocido. Las autoridades están investigando las causas.
“Este fue un acto deliberado de violencia contra niños inocentes y otras personas que adoran. La pura crueldad y cobardía de disparar contra una iglesia llena de niños es absolutamente incomprensible”, agregó el jefe de policía, quien señaló que se colocó una tabla de madera para bloquear algunas de las puertas laterales.
Los niños que murieron tenían 8 y 10 años, dijo.
El gobernador Tim Walz calificó la violencia de “horrible”.
El gobierno de la ciudad de Minneapolis dijo que el agresor había sido “contenido” después de los disparos en la Escuela Católica de la Anunciación y que ya no había ninguna “amenaza activa” para los residentes.
Walz dijo en las redes sociales que había sido informado sobre el tiroteo.
“Estoy rezando por nuestros niños y maestros cuya primera semana de clases fue empañada por este horrible acto de violencia”, escribió Walz en X.
Children’s Minnesota, un hospital pediátrico de traumatología, dijo en un comunicado que cinco niños fueron admitidos para recibir atención. Hennepin Healthcare, que tiene el departamento de emergencias más grande de Minnesota, dijo que también estaba atendiendo a pacientes del tiroteo.
Bill Bienemann, quien vive a un par de calles y acude desde hace mucho a misa en la Iglesia de la Anunciación, dijo que escuchó docenas de disparos, quizás hasta 50, durante un lapso de cuatro minutos.
“Me quedé impactado. Dije, ‘no hay manera de que eso pueda ser un tiroteo’”, relató. “Era demasiado. Era esporádico”.
Su hija, Alexandra, dijo que asistió a la escuela desde el jardín de infantes hasta el octavo grado, y se graduó en 2014. Después de enterarse del tiroteo, dijo que estaba temblando y llorando, y su jefe le dijo que se tomara el día libre.
“Me rompe el corazón, me enferma el estómago, saber que hay personas que conozco que están heridas o tal vez incluso muertas”, dijo Alexandra Bienemann. “No me hace sentir segura en absoluto en esta comunidad en la que he estado durante tanto tiempo”.
La escuela fue evacuada y las familias de los estudiantes fueron dirigidas posteriormente a una “zona de reunificación” en la escuela. Afuera, en medio de una fuerte presencia de agentes de la ley, había niños uniformados con sus camisas o vestidos verde oscuro. Muchos salían poco a poco de la escuela con adultos, dando abrazos prolongados y secándose las lágrimas.
Autoridades locales, estatales, condales y federales convergieron en el área, un barrio residencial y comercial arbolado a unos 8 kilómetros (5 millas) al sur del centro de Minneapolis. En Truth Social, el presidente Donald Trump dijo que estaba al tanto sobre el “trágico tiroteo” y que la Casa Blanca continuaría monitoreándolo.
Inaugurada en 1923, la escuela desde pre-kindergarten hasta octavo grado tenía programada una misa para toda la escuela a las 8:15 a.m. del miércoles por la mañana, según su sitio web. El lunes fue el primer día de clases. Publicaciones recientes en redes sociales de la escuela muestran a niños sonriendo en un evento de regreso a clases, mostrando proyectos de arte de verano, jugando juntos y disfrutando de helados.
En una reunión de funcionarios demócratas en otro lugar de Minneapolis, el presidente del Comité Nacional Demócrata, Ken Martin, señaló el tiroteo y la “cantidad desconocida de víctimas”.
Se trata de uno de los tiroteos en la ciudad en menos de 24 horas. Una persona murió y otras seis resultaron heridas en una balacera el martes por la tarde frente a una secundaria en Minneapolis. Horas después, dos personas murieron en otros dos tiroteos en la ciudad.
El tiroteo en la escuela del miércoles también siguió a una serie de llamadas falsas sobre supuestos tiroteos en al menos una docena de campus universitarios de Estados Unidos. Las advertencias falsas, a veces con sonidos de disparos de fondo, llevaron a las universidades a enviar mensajes de texto para “correr, esconderse, luchar” y asustaron a los estudiantes de todo el país al comenzar el año escolar.
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Hannah Fingerhut en Des Moines, Iowa; Jennifer Peltz en Nueva York; Jack Dura en Bismarck, Dakota del Norte; y Sarah Brumfield en Cockeysville, Maryland; contribuyeron a este informe.
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