MIAMI. — La asistencia federal para alimentos estuvo en riesgo el viernes, pero fallos judiciales de emergencia permitieron que los beneficios del programa SNAP continuaran temporalmente, evitando una posible suspensión debido al cierre parcial del gobierno.
Aun con ese alivio, la incertidumbre persiste. En todo el país —y especialmente en el sur de Florida— muchas familias se preparan para lo peor, mientras los bancos de alimentos locales se movilizan para cubrir la creciente demanda.
Los fallos del viernes ordenaron a la administración Trump utilizar fondos de emergencia para cubrir los beneficios de SNAP durante noviembre. Sin embargo, aún no se sabe cuánto dinero habrá disponible ni por cuánto tiempo.
En una entrevista con Local 10 News tras conocerse la decisión judicial, la representante federal Maria Elvira Salazar (R-Florida), quien presentó un proyecto de ley para asegurar el financiamiento del programa durante el cierre, criticó la falta de cooperación bipartidista:
“Los demócratas en el Senado pudieron haberlo hecho más fácil. Siéntense, vuelvan a trabajar, negociemos y votemos algo bueno para el Distrito 27. Eso es lo único que me importa”, dijo.
Salazar representa parte del condado de Miami-Dade, donde casi una cuarta parte de la población (más de 577,000 personas) depende de SNAP. En Broward, el 13% de los residentes —más de 250,000 personas— recibe asistencia, mientras que en los Cayos de Florida, la cifra llega al 7% (unas 6,500 personas).
En el banco de alimentos Kosher de los Servicios Comunitarios Judíos (JCS), en North Miami Beach, el personal afirmó que la demanda de ayuda se disparó en la última semana.
“El nivel de estrés de la gente está muy alto”, dijo Bonnie Schwartzbaum, directora del centro. “Ya están entrando en pánico pensando en cómo van a alimentar a sus hijos.”
Marty Heiman, un jubilado que colabora como voluntario a tiempo completo y vive con ingresos fijos, dijo que está haciendo cuentas para adaptarse:
“Qué puedo comprar, qué no puedo, qué puedo hacer y qué no puedo hacer. Esto afecta a todos.”“¿Si quiere comer?”, le preguntó la reportera Glenna Milberg.“Si quiero comer”, respondió Heiman.
El financiamiento de emergencia liberado el sábado asciende a casi 6,000 millones de dólares, pero la cantidad necesaria para recargar las tarjetas SNAP de noviembre en todo el país es de 8,000 millones, lo que deja claro que la crisis aún no ha terminado.
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