Tras azotar Filipinas, el letal tifón Kalmaegi se dirige hacia Vietnam

ASI-CLI ASIA-TIFÓN En esta imagen, distribuida por la Fuerza Aérea de Filipinas, efectivos del departamento recuperan los restos de los pilotos y la tripulación del helicóptero Super Huey el 5 de noviembre de 2025, un día después de que se estrellase en la provincia de Agusan del Sur, en el sur de Filipinas, mientras participaba en una misión humanitaria tras el paso del tifón Kalmaegi. (Fuerza Aérea de Filipinas vía AP) (AP)

MANILA, Filipinas (AP) — El presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., declaró el jueves el estado de emergencia luego de que el tifón Kalmaegi dejó al menos 114 fallecidos y más de 100 desaparecidos en las provincias del centro, convirtiéndose en el desastre natural más letal en el país en lo que va de año.

Las muertes se debieron principalmente a ahogamientos en inundaciones repentinas y 127 personas seguían desaparecidas, muchas de ellas en la provincia de Cebú, una de las más castigadas. El ciclón tropical abandonó el archipiélago el miércoles en dirección al Mar de China Meridional.

Por su parte, las autoridades en Vietnam se preparaban el jueves para la llegada de Kalmaegi. El centro financiero del país, la ciudad de Ho Chi Minh, enfrenta un mayor riesgo de inundaciones severas, ya que las intensas lluvias que se esperan por el paso del tifón coincidirían con las mareas altas, advirtieron los meteorólogos.

Se esperan mareas altas en el río Saigón, mientras que en partes de la ciudad podrían caer hasta 100 milímetros (cuatro pulgadas) de lluvia, lo que, según alertaron las autoridades, podría inundar zonas bajas.

En Filipinas, el embate del meteoro afectó a casi dos millones de personas y desplazó a más de 560.000 residentes en zonas rurales, incluidos casi 450.000 que fueron evacuados a refugios de emergencia, informó la Oficina de Defensa Civil.

La declaración de "estado de calamidad nacional" de Marcos, realizada durante una reunión con autoridades de respuesta a desastres para evaluar las secuelas del tifón, permitirá al gobierno desembolsar fondos de emergencia con más rapidez, evitar el acaparamiento de alimentos y el aumento excesivo de los precios.

Mientras siguen haciendo frente a las letales y desastrosas consecuencias del paso de Kalmaegi por la región central del país, los funcionarios de respuesta a desastres advirtieron que otra tormenta tropical en el Pacífico podría fortalecerse hasta convertirse en un supertifón y azotar el norte de Filipinas a principios de la próxima semana.

Marcos dijo que el impacto combinado de Kalmaegi y del nuevo tifón que se aproxima cubre aproximadamente dos tercios del archipiélago y que la declaración de estado de calamidad nacional ayudaría al gobierno a proporcionar el alcance necesario de la respuesta de emergencia.

Entre los muertos atribuidos por las autoridades a Kalmaegi había seis personas que perdieron la vida cuando un helicóptero de la fuerza aérea filipina se estrelló en la provincia sureña de Agusan del Sur el martes. El aparato se dirigía a prestar ayuda humanitaria a las provincias azotadas por el tifón, señaló el ejército. No se reveló la causa del accidente.

Kalmaegi descargó en un solo día el martes el equivalente a aproximadamente mes y medio de lluvias en el área metropolitana de Cebú, explicó el meteorólogo estatal Benison Estareja.

Esto causó inundaciones repentinas e hizo que un río y otros cursos de agua se desbordaran en la ciudad y en pueblos circundantes. La crecida sumergió comunidades residenciales, obligando a sus vecinos a resguardarse en los tejados, desde donde suplicaban desesperados ser rescatados mientras el nivel del agua subía rápidamente, según funcionarios provinciales.

El agua arrastró o sumergió decenas de vehículos en los enclaves residenciales de Cebú, en escenas impactantes captadas por las cámaras de los residentes varados en los tejados.

Al menos 71 personas murieron en Cebú, la mayoría ahogadas, mientras que otras 65 fueron reportadas como desaparecidas y 69 resultaron heridas, informó la Oficina de Defensa Civil.

Los funcionarios agregaron que 62 personas más fueron reportadas como desaparecidas en la provincia central de Negros Occidental, cerca de Cebú.

“Hicimos todo lo que pudimos ante el tifón, pero, como saben, hay algunas cosas inesperadas como las inundaciones repentinas”, dijo la gobernadora de Cebú, Pamela Baricuatro, a The Associated Press por teléfono.

La situación pudo haberse agravado por años de explotación de canteras que causaron el taponamiento de ríos cercanos, que se desbordaron, y por proyectos de control de inundaciones deficientes en la provincia de Cebú, dijo Baricuatro.

Un escándalo de corrupción relacionado con proyectos de control de inundaciones de baja calidad o inexistentes en todo el país ha causado indignación pública y protestas en los últimos meses.

Cebú aún se estaba recuperando de un terremoto de magnitud 6,9 registrado el 30 de septiembre que dejó al menos 79 muertos y desplazó a miles, que dejó casas derribadas o gravemente dañadas.

Filipinas recibe el azote de alrededor de 20 tifones y tormentas cada año. También suele registrar terremotos y tiene más de una docena de volcanes activos, lo que lo convierte en uno de los países más propensos a sufrir desastres del mundo.

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El periodista de Associated Press Aniruddha Ghosal en Hanói, Vietnam, contribuyó a este despacho.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

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