BOGOTÁ (AP) — El presidente colombiano Gustavo Petro abrió al público sus registros bancarios en un intento por demostrar que no tiene vínculos con el narcotráfico, como señaló Estados Unidos al sancionarlo recientemente. Pero los analistas dudan que la publicación de sus cuentas logre ese objetivo. En cambio, advierten, ha abierto un debate sobre su vida privada.
La Unidad de Información y Análisis Financiero de Colombia (UIAF) empezó a remitir a la prensa los movimientos bancarios del presidente desde 2022 hasta junio de este año luego de que el mandatario ordenara el lunes levantar su secreto.
“¿No les parece grave que mis cuentas bancarias y sus transacciones desmientan la calificación del presidente (Donald) Trump sobre un presidente elegido democráticamente por los colombianos?”, cuestionó Petro el miércoles en la red social X.
Petro se refiere a la sanción que impuso el Departamento del Tesoro sobre él, la primera dama Verónica Alcocer y su hijo mayor Nicolás Petro tras señalarlos, sin mostrar pruebas, de tener vínculos con el narcotráfico.
Para Yann Basset, profesor de Ciencia Política de la Universidad del Rosario, “no creo que esto realmente tenga efectos para convencer a los expertos y a los Estados Unidos, porque de todos modos si hubo supuestas transacciones vinculadas al narcotráfico seguramente no aparecen en las cuentas del presidente”, explicó a The Associated Press. “Más bien es un acto de transparencia hacia el público”.
En octubre la UIAF rechazó las sanciones impuestas a Petro y su familia en un comunicado en el que indicó que no había recibido reportes de operaciones sospechosas por parte de los bancos en los que se relacionase al presidente o a sus familiares con el narcotráfico, ni requerimientos de autoridades judiciales.
Petro tiene investigaciones activas en su contra por presuntamente exceder los topes de financiación electoral durante la campaña con la que llegó al poder en 2022, pero no por vínculos con el narco. Lo investiga una comisión de la Cámara de Representantes con funciones judiciales y encargada de tratar las denuncias contra el presidente y otros altos funcionarios con fueros. Su hijo, Nicolás Petro, enfrenta un juicio por supuesto enriquecimiento ilícito y lavado de dinero que habría desviado de la campaña de su padre.
Lujos y club nocturno
Hasta ahora no se ha detectado ninguna transacción sospechosa en las cuentas de Petro, en las que se observan pagos por la hipoteca de una casa, compras en tiendas de Gucci y Ralph Lauren y una transacción en un club de striptease, lo que ha generado críticas de la prensa local.
“Es bastante infantil su análisis... significa que si usted es socialista se muere de hambre, porque toda comida en el capitalismo implica la compra de mercancías”, reaccionó Petro el miércoles en X tras un cuestionamiento por sus gastos.
El mandatario llegó al poder con un discurso en contra de los grupos concentrados de poder y la promesa de cambios estructurales que permitan disminuir la desigualdad y la pobreza en Colombia.
“Lo único que está generando es un debate adicional sobre los gastos del presidente, absolutamente innecesario. Se está dando una gran tensión entre el discurso en contra de las élites, el consumo y el capitalismo. Creo que puede afectar negativamente la percepción de la gente sobre el compromiso social que tenga Petro”, aseguró a la AP Sandra Borda, profesora de Ciencia Política de la Universidad de Los Andes.
El debate sobre los gastos de Petro se produce mientras el país se alista para elegir en marzo y mayo de 2026 un nuevo Congreso y el reemplazo del mandatario, quien por ley no puede ser reelecto pero que ya anticipó que busca que la izquierda continúe en el poder.
“Es una decisión que se entiende en el marco de la campaña electoral y de una voluntad de mostrar transparencia”, afirmó Basset, quien consideró que aún falta ver si en la opinión pública va a prevalecer el esfuerzo de transparencia o la polémica por sus gastos.
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