MIAMI — Un hombre de 42 años de Miami que se rió y huyó de una parada de tráfico en el vecindario Allapattah de Miami no llegó muy lejos, según la policía.
El conductor acusado, Eduardo Bárbaro González, no sonreía mientras posaba para una foto policial desde una camilla de hospital mientras era ingresado en el Centro Correccional Turner Guilford Knight durante el fin de semana por una serie de cargos penales y órdenes de libertad condicional.
Según un informe de arresto del Departamento de Policía de Miami, el incidente ocurrió alrededor de las 11 p.m. del miércoles.
La policía dijo que un oficial uniformado que trabajaba en un destacamento de supresión del crimen en un área conocida por “alta venta y uso de narcóticos” vio a González, de Flagami, estacionado en un pequeño centro comercial en 2280 NW 28th St. y participó en lo que parecía ser un trato de drogas cuerpo a cuerpo desde un Dodge Charger.
Las autoridades dijeron que González vio la patrulla marcada del oficial y puso su Dodge en reversa en un intento por salir del estacionamiento.
“Moví mi vehículo frente al vehículo (de González) y bajé la ventanilla para hablar con él”, escribió el oficial en el informe.
Dice que González bajó la ventanilla y le preguntó al policía: “¿Estás tratando de entrar?”.
“No, necesito hablar contigo”, dijo el oficial, según el informe. “No eres libre de irte”.
La policía dijo que González luego “se rió a carcajadas” y dijo “Jajaja, sike” mientras pisaba el acelerador y se alejaba a toda velocidad con las llantas humeantes.
Pronto se saltó una señal de alto en la avenida 23 del noroeste y la calle 23 y chocó contra un camión de 18 ruedas, dijo la policía. Otro oficial estaba detrás del camión.
La policía dijo que González saltó de su auto después del accidente, pero cojeó por una lesión en la pierna y la policía lo detuvo.
Según el informe, los médicos lo llevaron al Jackson Memorial Hospital, donde les dio a los oficiales un nombre y una fecha de nacimiento falsos.
Sin embargo, la verdad sobre su identidad salió a la luz cuando otro oficial llevó un lector de huellas dactilares al hospital, dijo la policía. Dijeron que tenía ocho órdenes de arresto activas y un caso abierto con la Oficina del Sheriff de Miami-Dade por huir y eludir.
Más tarde sería ingresado en la cárcel el viernes por múltiples cargos de huida, elusión y resistencia al arresto, junto con una serie de órdenes de libertad condicional por cargos que incluyen agresión agravada con un arma mortal, posesión de cocaína y hurto mayor.
Hasta el lunes permanecía detenido en TGK.
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