MIAMI, Fla. — La transmisión en vivo por Amazon del último concierto de Bad Bunny en Puerto Rico rompió récords de audiencia.
El cantante y rapero se embarcará próximamente en una gira mundial, pero para los fans que quieren seguir la fiesta, un restaurante en La Pequeña Habana tiene una “casita” donde pueden reunirse.
Una de las partes más icónicas del concierto fue “la casita”, una típica casa familiar puertorriqueña construida en medio del recinto, que atrajo a muchos invitados VIP.
Ahora hay una réplica de esa casita en el sur de Florida.
Eddie Fuentes, del bar Dead Flamingo en la Calle Ocho, en el barrio de La Pequeña Habana de Miami, dijo que como fan de Bad Bunny, esta fue su forma de combatir el “FOMO”, construyendo la casita y poniendo el espacio a disposición de otros fans y clientes.
“Algunos de nosotros no tuvimos el tiempo o el dinero para ir, así que esto es como ofrecerles un pedacito de eso”, comentó.
Fuentes dice que, hasta ahora, su versión de “la casita” ha llegado a su capacidad máxima cada noche, mientras los fans buscan mantener vivos los temas y la vibra del concierto y la música de Bad Bunny.
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