PEMBROKE PARK, Fla. — Octubre es el Mes de Concientización sobre el Cáncer de Mama, y solo este año se estima que más de 316,000 mujeres en EE.UU. serán diagnosticadas con una forma invasiva de la enfermedad, según la Sociedad Americana contra el Cáncer.
La mastectomía, una cirugía en la que se extirpa completamente el seno, puede afectar profundamente a las pacientes no solo en lo físico, sino también en lo mental y emocional.
John Fisher, bioingeniero de la Universidad de Maryland, ya investigaba cómo ayudar a mujeres después de una mastectomía cuando su esposa, Gail, recibió una noticia que les cambió la vida.
“Mi esposa fue diagnosticada con cáncer de mama y terminó sometiéndose a una mastectomía doble como parte de nuestra estrategia de tratamiento”, relató.
La experiencia volvió su trabajo aún más personal, al ver de cerca el impacto no solo del cáncer, sino también de la cirugía, y cómo los cambios físicos afectaron a su esposa.
“Tener un cuerpo con el que te sientas cómoda y feliz cada día es realmente importante para tu salud y bienestar general”, dijo Fisher.
Durante la cirugía reconstructiva de su esposa, los médicos lograron conservar el pezón, pero no todas las mujeres tienen esa posibilidad.
“Hay enfoques quirúrgicos sencillos o incluso tatuajes, pero muchas personas terminan sin hacer nada”, explicó.
Ahí entra en juego la investigación de su equipo, que usa bioimpresión 3D para crear un “complejo pezón-areola” o NAC por sus siglas en inglés.
“Tenemos mucha flexibilidad en cómo imprimimos el NAC, así que podemos hacer cosas como una ingeniería personalizada del complejo”, señaló Fisher.
En el futuro, espera poder añadir componentes celulares al NAC, aunque la investigación aún está en curso.
“Nos gustaría, a corto plazo, construir una empresa en torno a esta tecnología y luego pasar por el proceso de aprobación de la FDA para llevarla a la población de pacientes”, concluyó.
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