MIAMI GARDENS, Fla. — Después de ver cómo su inicio perfecto llegaba a su fin, los Hurricanes de Miami, clasificados en el noveno lugar, intentan reagruparse antes de otra gran prueba en horario estelar en el Hard Rock Stadium.
Miami (5-1) llega al enfrentamiento del sábado contra Stanford con la intención de dejar atrás la derrota de la semana pasada por 24-21 ante Louisville, un partido que puso fin a la racha de 10 victorias consecutivas en casa de los Hurricanes.
Antes de la derrota del viernes pasado, el último equipo que había vencido a Miami en casa también fue Louisville, en 2023.
La derrota marcó la primera de la temporada para Miami, luego de cinco victorias seguidas, incluyendo triunfos sobre tres equipos clasificados en el top 25.
El mariscal de campo Carson Beck tuvo dificultades ante los Cardinals, lanzando cuatro intercepciones y sin registrar pases de touchdown por apenas segunda vez en el año.
Una de sus posibles intercepciones fue anulada por una penalización de rudeza al pasador. Aun así, Miami tuvo una oportunidad tardía de empatar o ganar, pero una serie de errores selló la sorpresa.
Stanford (3-4, 2-2 ACC) llega al sur de la Florida tras vencer 20-13 a Florida State, su primera victoria como visitante en la temporada.
Bajo el mando del entrenador interino Frank Reich y el gerente general Andrew Luck —ambos con experiencia en la NFL— los Cardinal han logrado estabilizarse después de un inicio turbulento y un cambio de entrenador a mitad de temporada.
El partido del sábado marcará el primer enfrentamiento en la historia entre Miami y Stanford.
La fortaleza de Stanford está en su juego terrestre, liderado por el novato Cole Tabb, quien fue nombrado novato y corredor de la semana en la ACC después de correr para 118 yardas en 28 acarreos contra Florida State.
La defensa de Miami, sin embargo, se encuentra entre las mejores de la ACC — primera en defensa por puntos permitidos y entre las tres mejores tanto en yardas terrestres como aéreas permitidas.
La defensa de Stanford, por otro lado, ha tenido problemas, permitiendo un promedio de 27.7 puntos por partido y ubicándose cerca del fondo de la ACC en defensa total. Los mariscales de campo rivales han promediado más de 300 yardas aéreas contra los Cardinal, la segunda peor marca en la conferencia.
Eso podría abrir la puerta para que Beck y la ofensiva de Miami recuperen el ritmo.
Los Hurricanes promedian 147 yardas por tierra por partido, ocupando el puesto 79 a nivel nacional, pero solo han permitido tres tacleadas para pérdida por partido — la tercera mejor marca del país.
El corredor Mark Fletcher Jr. lidera a Miami con 446 yardas y seis touchdowns, mientras que el transferido CharMar Brown ha sumado 234 yardas y cuatro anotaciones.
El coordinador ofensivo Shannon Dawson podría buscar abrir más el campo luego de que el ataque terrestre de Miami se enfocara fuertemente en carreras internas contra Louisville.
El mariscal de campo de Stanford, Ben Gulbranson, quien ha lanzado para 1,535 yardas, siete touchdowns y cinco intercepciones, se espera que juegue después de salir del partido de la semana pasada por una lesión en la rodilla.
El inicio del partido entre Miami y Stanford está programado para las 7 p.m. en el Hard Rock Stadium.
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