MIAMI GARDENS, Fla. — Un día antes de la victoria de los Miami Hurricanes por 10-3 sobre Texas A&M, Mark Fletcher Jr. y su madre, Linda Fletcher, conversaron con Local 10 News sobre una temporada marcada no solo por el rendimiento deportivo, sino también por la pérdida, la resiliencia y el propósito.
El corredor junior llegó a ese partido como el principal corredor de Miami, con casi 700 yardas por tierra y 11 touchdowns totales, la mayor cifra del equipo entre corredores y receptores. Ha sido una de las armas ofensivas más consistentes del conjunto, corriendo con potencia… y con motivación.
Antes de cada partido en casa, los Hurricanes realizan su tradicional “Hurricane Walk”. Pero Mark Fletcher y su madre tienen su propia tradición.
“Eso significa mucho para mí. Ella no solo viene a todos los partidos en casa, también maneja para estar en cada juego de visitante. Mi sistema de apoyo es enorme y nunca te permite sentirte mal contigo mismo”, dijo Fletcher. “Siempre hay personas que te levantan”.
Para Linda Fletcher, estar presente no es negociable. “Es muy importante que esté ahí para él, y él quiere que esté ahí. Es mi vida y me encanta. La Universidad de Miami es mi lugar feliz”, expresó.
Mucho antes de convertirse en el líder corredor de Miami, Fletcher fue ganador del Peewee Heisman en Lauderhill, desarrollándose bajo la guía de su padre, Mark Fletcher Sr., conocido cariñosamente como “Big Mark”.
Fletcher se convirtió en un recluta de cuatro estrellas en American Heritage y estuvo brevemente comprometido con Ohio State antes de decidirse por Miami, una elección profundamente ligada a su crianza.
El 24 de octubre de 2024, Big Mark falleció mientras dormía a los 53 años.
Dos días después, Miami tenía programado un partido ante Florida State University. Fletcher nunca dudó en jugar.
“Sabía en el fondo de mi corazón que él habría querido que saliera a jugar”, dijo. En ese encuentro, anotó el primer touchdown del partido.
Una semana después, todo el programa de fútbol de Miami asistió al funeral de su padre. El gesto lo marcó profundamente, especialmente el apoyo del entrenador Mario Cristobal y de sus compañeros.
Fletcher admitió que tras la pérdida pensó en dejar el fútbol. “Quería renunciar”, confesó. Su madre le dio la opción de detenerse, pero él decidió continuar.
Hoy, mientras se prepara para los partidos más importantes de su carrera universitaria, Fletcher dice que su padre sigue presente en cada momento. Cada vez que anota, apunta al cielo.
“Amo a mi papá. Amo a mi papá”, repite.
Fletcher terminó el partido del sábado con un récord personal de 172 yardas por tierra en la victoria 10-3 sobre Texas A&M.
Ahora, Miami se prepara para enfrentar a Ohio State en la segunda ronda del CFP, en el Goodyear Cotton Bowl Classic, el 31 de diciembre a las 7:30 p. m.
“Larga vida a Big Mark”.
Próximo encuentro:
Miami Hurricanes se enfrentará al No. 2 Ohio State en la segunda ronda del College Football Playoff, durante el Goodyear Cotton Bowl Classic, el 31 de diciembre a las 7:30 p. m.
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