STARKE, Fla. — Victor Tony Jones estuvo en el corredor de la muerte durante más de 30 años.
El martes a las 6 p. m., el hombre de 64 años fue ejecutado mediante inyección letal.
Jones fue declarado culpable de asesinar a Jacob y Matilda Nestor durante un robo en diciembre de 1990.
El matrimonio, de unos 60 años, era dueño de Nestor Engineering en el barrio de Wynwood de Miami.
Le daban a Jones trabajos ocasionales en el negocio.
“Mi padre incluso lo habría ayudado, en el sentido de que lo habría acogido y habría empezado a capacitarlo para enseñarle mecánica y todo eso”, dijo Irene Fisher, hija de la víctima. “Ese era el tipo de persona que era”.
La muerte de Jones era algo que Fisher había estado esperando. “Tengo 76 años y no pensé que estaría viva para verlo”, dijo.
El hijo de la pareja, Michael, falleció a los 76 años de cáncer, relacionado con su participación en el atentado a las Torres Gemelas. Nunca llegó a presenciar la ejecución de la sentencia de muerte.
Para Fisher, es una sensación de cierre.
Según los funcionarios de la prisión, Jones se despertó a las 4:30 a. m. del martes.
Se reunió con su consejero espiritual y comió por última vez.
La de Jones es la decimotercera ejecución en Florida este año, un año récord para el estado.
Florida lidera el país en ejecuciones este año, y hay más previstas.
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