BOGOTA – El asesinato de un patrullero de la policía nacional ha causado indignación en Colombia y, paralelamente, una ola de retórica anti-inmigrante.
El 10 de febrero, durante una requisa en el norte de Bogotá, Edwin Caro, 24, fue abatido cuando un sujeto le disparó en la cabeza repentinamente. El compañero de Caro logró reaccionar y abatió al sujeto. Otra persona que iba en la misma motocicleta luego fue capturada.
Horas después de que su se diera este crimen, la alcaldesa de Bogotá Claudia López ofreció unas declaraciones que algunos han tildado de xenófobas y aseguran podría aumentar el rechazo hacia la población venezolana en el país.
“Tenemos actos muy violentos de migrantes venezolanos. Este no es un tema de hurto. Primero asesinan y luego roban. Necesitamos garantías para los Colombianos,” dijo la alcaldesa a un grupo de periodistas en la escena del crimen.
“No vamos a responder de la misma manera,” dijo Mirley Uzcategui, una Venezolana que organizó un evento en homenaje al patrullero y en rechazo las palabras de López. “Hay que tener empatía y respeto hacia las personas como nosotros también queremos tener respeto.”
“Vemos con las declaraciones de Claudia López como la xenofobia está incrementando y solamente con esas declaraciones, seguramente 500%,” dijo Alejandro Daly, un activista que trabaja en una organización para prevenir la xenofobia en el país.
Por su parte, López después respondió a las acusaciones en una entrevista con el periódico local El Tiempo.
“Es cierto que hay unos pocos Venezolanos en criminalidad y por lo tanto, deberíamos aplicarles la ley que incluye deportarlos. Decir eso, ni generaliza, ni estigmatiza a los venezolanos,” respondió la alcaldesa.