Cuba: artista e impulsor de marcha denegada no teme ir preso

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Yunior Garca Aguilera, dramaturgo y uno de los organizadores de una marcha de protesta, muestra una carta de respuesta del gobierno negndoles permiso para marchar, durante una entrevista con The Associated Press en su casa en La Habana, Cuba, el mircoles 13 de octubre de 2021. (AP Foto/Ramon Espinosa)

HAVANA – Yunior García Aguilera, dramaturgo cubano y una de las personas que presentó al gobierno una solicitud para realizar legalmente la primera manifestación opositora en más de seis décadas --rechazada la víspera--, aseguró que marchará igual, aunque por ello tenga que ir a prisión.

“El 15 de noviembre salgo a ejercer mi derecho”, dijo enfático a The Associated Press. Según aseguró el miércoles este cubano de 39 años, si por ello va a la cárcel las autoridades “se quitarían todas sus máscaras”.

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El martes las autoridades rechazaron la solicitud para la manifestación pública propuesta por el artista y su plataforma digital Archipiélago y la declararon ilegal por atentar contra el carácter socialista del modelo cubano, descrito como “irrevocable” en la Constitución aprobada en 2019. Los opositores amparaban su petición en esa misma Carta Magna.

“Uno se pregunta. ¿Hay socialismo en Cuba, más allá de que esté escrito en la Constitución? Para muchos de nosotros incluso lo que hay en Cuba es un capitalismo monopolista de Estado”, señaló García. “Un régimen militar, un régimen burocrático, en que no hay igualdad”.

El escrito de solicitud de autorización al gobierno explicaba que la marcha sería cívica, organizada y con un recorrido establecido. Según García, no tenía que ver con el modelo sino con la violencia, la liberación de presos políticos y para que se respetaran los derechos de los cubanos.

García fue citado a las oficinas del gobierno del Municipio Habana Vieja el martes, donde se le entregó por escrito la negativa y se le advirtió que la actividad era ilegal, indicó el dramaturgo. Las solicitudes de marcha se habían extendido por otras provincias como Pinar del Río, Santiago, Cienfuegos o Camagüey. Todas fueron denegadas.

“Siempre que se exprese la voluntad del pueblo y ésta no coincida con la voluntad del régimen van a inventar las excusas: que somos mercenarios, que estamos pagados por la CIA (Central de Inteligencia de Estados Unidos por sus siglas en inglés), aunque no puedan probarlo. A mí no han podido mostrarme un solo peso. Vivo de mi salario, el que cobro por el (estatal) Consejo de las Artes Escénicas”, agregó el creador.

Tanto el pedido por oficializar la marcha como el rechazo de las autoridades generaron una enorme reacción en las redes sociales, ya crispadas desde el 11 y 12 de julio, cuando se produjeron manifestaciones antigubernamentales sin un liderazgo claro y que catalizaron demandas de la población como el hartazgo al desabastecimiento, la carestía, el mercado negro o por demandas políticas de cambios.

Miles de cubanos salieron a las calles y algunas de las concentraciones resultaron en vandalismo y se cobraron un muerto. Un número no determinado de personas fue encarcelada y llevada ante los tribunales, algunos de ellos considerados presos políticos por Archipiélago. Las autoridades también convocaron a marchar a cientos de miles de sus simpatizantes.

Tanto en julio como en esta ocasión, el gobierno consideró que estaba ante una maniobra desestabilizadora instigada desde agencias de Estados Unidos o grupos de interés de exiliados cubanos que durante décadas intentan destruir a la revolución y apoyan sanciones contra la isla presionando un cambio de modelo poco simpático para Washington.

Cuba vive actualmente una dura crisis económica que tensiona a la población y es producto tanto de la pandemia de COVID-19 como de las sanciones estadounidenses que acentúan el desabastecimiento de alimentos y medicinas, la falta de combustible, la imposibilidad de que las familias envíen remesas o se adquieran en el mercado mundial materias primas para su industria.

“Estoy por ejemplo en contra de las sanciones que afectan a la familia cubana (por parte de Estados Unidos), estoy en contra de una intervención militar extranjera, me encantaría que las cosas pudieran resolverse de forma soberana (en la isla)”, reflexionó García. “Que la comunidad internacional mire el proceso que estamos llevando a cabo en Cuba, sin ponerse de un lado o de otro”.

El rechazo a la solicitud de realizar la marcha no fue una sorpresa. Inicialmente los organizadores fijaron el 20 de noviembre como fecha para la protesta y poco después el gobierno convocó para esos días a unas jornadas de Defensa Nacional, ejercicios habituales en la isla en los cuales militares y civiles salen a las calles para coordinar la acción en casos extremos como intervenciones armadas o ciclones. Archipiélago hizo entonces un nuevo pedido de autorización para manifestarse el 15 de noviembre, que fue rechazado.

Nacido en la oriental provincia de Holguín en 1982, García era reconocido entre los intelectuales de la isla por sus obras de teatro, de las cuales realizó guiones y puestas, así como por ser actor y el director la compañía Trébol. Su nombre también cobró relevancia en noviembre de 2020 cuando un grupo de artistas se manifestaron frente al Ministerio de Cultura en demanda de un diálogo con los funcionarios para lograr mayor espacio para la creación independiente.

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Andrea Rodríguez está en Twitter: www.twitter.com/ARodriguezAP


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