FORT LAUDERDALE, Fla. – El viernes, un jurado comenzó a deliberar el destino de Dayonte Resiles.
En los argumentos finales, los fiscales en el caso contra Resiles se aferraron a la evidencia física que vinculó al ahora joven de 27 años a un aparente allanamiento de morada y asesinato en Davie.
Sin embargo, en el alegato final, los abogados de la defensa argumentaron que las muestras de ADN son defectuosas, ya que hablan de otras huellas dactilares en la casa que aún no han sido identificadas. Dijeron que las supuestas huellas de Resiles eran inconsistentes en la escena.
Resiles, que saltó a los titulares hace cinco años durante su infame fuga durante una comparecencia ante el tribunal, está acusado de matar a puñaladas a Jill Halliburton Su en su casa en 2014.
Estaba atada en una bañera con unas 20 puñaladas diferentes.
Si es condenado aquí, se enfrenta a la pena de muerte.