MIAMI – Por segunda noche consecutiva, los oficiales de Miami Beach se estaban preparando para decirle a la gente que se fuera a casa.
Salimos el viernes por la noche a South Beach, ya que se avecinaba un toque de queda a medianoche.
Esta es la situación actual después de un par de tiroteos ocurridos el pasado fin de semana en Ocean Drive.
Los funcionarios de la ciudad declararon una emergencia, imponiendo no solo un toque de queda, sino también poniendo fin a las ventas de licor en las tiendas en la misma área, a las 6 p.m.
El propietario de Gulf Liquors en Alton Road no estaba contento con eso y dijo: “No tengo nada que ver con Ocean Drive. No hay problemas frente a mi tienda”.
El asador Papi Steak, junto con Treehouse Miami, que es un club nocturno, presentó una demanda contra la ciudad de Miami Beach, diciendo que el toque de queda era demasiado amplio y causaría graves dificultades financieras.
Los asistentes al Ultra Music Festival, al otro lado de la calzada, también podrían estar buscando un after party. Pero hasta el viernes por la noche, un juez negó la moción.
Local 10 habló por teléfono con el abogado de Treehouse, quien dijo que no es realista apelar, aunque considera que el club ahora podría perder cientos de miles de dólares.
“Habían reservado hasta 50 artistas de música dance para estar en su club”, dijo el abogado.