El nuevo rey y la reina consorte de Gran Bretaña se reunieron con miembros del Parlamento el lunes en Westminster Hall antes de viajar de regreso a Escocia para unirse a otros miembros de la familia real para una procesión a la Catedral de St. Giles, donde el ataúd de la reina descansará para permitir que la gente de Escocia presente sus respetos.
El viaje final de la reina comenzó el domingo. Su ataúd, envuelto en el estandarte real escocés, estaba adornado con una corona de sus flores favoritas.
Saliendo de su amada finca Balmoral, una procesión que llevaba su ataúd tomó el largo camino hacia Edimburgo.
“(Es) importante decir adiós. Ella ha estado en el trono por mucho tiempo. Así que, sí, significa mucho”, dijo una persona de luto, Elaine Robertson.
A lo largo de la campiña escocesa, miles de personas abrieron el camino para decirle Adiós a su reina.
“Ella amaba a Ballater, amaba a Royal Deeside, y nosotros también la amábamos”, dijo Pauline Lawson.
Algunos incluso arrojaron flores mientras pasaba el auto fúnebre. En algunos lugares, los agricultores se presentaron con una guardia de honor de tractores.
“Esta es la comunidad agrícola que hace su parte para mostrar su aprecio por lo que ella había hecho por la agricultura”, dijo Jim Smith.
Más tarde en el camino, una docena de caballos rindieron homenaje a la reina, que era ecuestre en sus años de juventud.
Y en Edimburgo, esta última etapa de la procesión fue finalmente recibida por miembros del regimiento real de Escocia.
“Somos parte de la historia de pie aquí”, dijo un doliente.
Algunos de los hijos de la reina saludaron el ataúd en silencio, entre ellos la Princesa Ana, que dio un toque de gracia.
Carlos III también ha sido formalmente proclamado rey en Escocia, Irlanda del Norte y Gales.
Una procesión se llevará a cabo el lunes por la mañana desde el Palacio de Holyroodhouse hasta la Catedral de San Giles. Un servicio se llevará a cabo dentro de la catedral.