MIAMI, Fla. – Los fiscales anunciaron en la corte el martes que iban a rebajar los cargos contra un hombre que sufre de una enfermedad mental y fue baleado por la policía de Miami en marzo.
El estado dijo que no presentaría cargos de asalto agravado contra Donald Armstrong, de 47 años, sino que en su lugar presentó un solo cargo de delito menor de resistencia sin violencia.
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Armstrong fue trasladado al Jackson Memorial Hospital en estado grave tras el tiroteo del 7 de marzo.
La oficial Kiara Delva, portavoz del Departamento de Policía de Miami, confirmó que la policía respondió a una casa cerca de la cuadra 5700 de Northwest Seventh Court ese día después de recibir una llamada sobre una persona que posiblemente estaba drogada causando disturbios.
A su llegada, Delva dijo que los oficiales se encontraron con Armstrong, descrito como un “sujeto agresivo”, que estaba armado con un objeto punzante y se negó a obedecer las órdenes de los oficiales.
Los registros en línea muestran que Armstrong ha cumplido condena en la prisión estatal por cargos que incluyen robo, asalto agravado con un arma y agresión a una víctima embarazada.
Poco antes de las 3:00 p.m. de ese día, un video grabado con un teléfono móvil captó los momentos en que los agentes se encontraron con tres personas en el porche de una casa. Se vio a un hombre vestido con pantalones rojos y camisa blanca que llevaba un objeto largo en una mano cuando fue electrocutado varias veces.
En el video se ve a Armstrong gritar “Dispárame al corazón” y “¡Yo soy Dios!” antes de ser alcanzado por segunda vez por una pistola eléctrica tras cargar contra los agentes. Según la policía, Armstrong se negó a obedecer sus órdenes y se vieron obligados a disparar.
Pero los vecinos y la familia del hombre cuestionaron la decisión del agente de abrir fuego.
“No creo que la vida del policía corriera peligro en ningún momento”, declaró Lonnie Armstrong, primo de Armstrong, a Local 10 News. “Le dije: ‘Mi primo tiene un problema mental. Tenéis que consultarlo con alguien’. Lo dije alto y claro. Y ellos me dijeron: ‘Quítate de en medio’”.
En un mensaje publicado en las redes sociales tras el tiroteo, el jefe de la policía de Miami, Manny Morales, dijo, en parte: “Me comprometo a garantizar que nuestro departamento haga mejor frente a las llamadas relacionadas con problemas mentales y de comportamiento. Pido a todos que recemos por el Sr. Armstrong y su familia en estos momentos difíciles”.
El Departamento de Cumplimiento de la Ley de Florida está investigando el tiroteo policial.