MIAMI, Fla. – Jeffersson “Harry Potter” Arango era miembro de los Tomaseros, una antigua pandilla colombiana que drogaba y secuestraba a víctimas de robo en los distritos de entretenimiento de Bogotá, y fue perseguido después de que se metieron con los hombres equivocados.
Los registros muestran que dos soldados del Ejército de EU, que estaban en servicio temporal en la Embajada de EU, no vestían sus uniformes cuando fueron al Colombian Pub, un bar en la Zona T de Bogotá, para ver un partido de fútbol.
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Los Tomaseros los eligieron como objetivo y les costó caro. Más de cuatro años después, en una corte federal en Miami, Arango, ahora de 36 años, fue sentenciado el jueves a 48 años y nueve meses de prisión federal por su papel en el atraco de 2020.
Los registros muestran que uno de los soldados no llegó a casa el 5 de marzo de 2020. La policía colombiana lo encontró enfermo y desorientado el 6 de marzo de 2020, y lo llevó a una clínica donde una prueba toxicológica dio positivo para benzodiazepinas.
La fiscalía colombiana divulgó una imagen que muestra cuando un miembro de los Tomaseros abandonó a una víctima de robo inconsciente en Bogotá.
Según los investigadores, los cómplices de Arango eran una mujer identificada en los registros como Kenny “Hellen” Uribe, y dos hombres identificados como Himmer “Sobrino” Aguirre y Pedro “Tata” Silva.
Los golpeados soldados estadounidenses perdieron sus teléfonos y billeteras con tarjetas de débito y crédito. Los Tomaseros los separaron, hicieron compras y retiraron dinero de cajeros automáticos. Agentes de la oficina de campo del FBI de Miami investigaron el caso.
Arango fue extraditado de Colombia a EU y compareció ante el tribunal el 5 de mayo de 2023 en Miami. Se declaró culpable de secuestrar a una persona protegida internacionalmente, conspirar para secuestrar a una persona protegida internacionalmente, agredir a una persona protegida internacionalmente y conspirar para agredir a una persona protegida internacionalmente el 26 de enero.
Durante su extradición, agentes del FBI escoltaron a Silva, de 47 años, que se había estado escondiendo en Chile. Compareció ante el tribunal el 18 de abril en Miami. Enfrenta cargos de secuestro de una persona protegida internacionalmente, conspiración para secuestrar a una persona protegida internacionalmente, agresión a una persona protegida internacionalmente y conspiración para agredir a una persona protegida internacionalmente.
Si es declarado culpable, Silva enfrenta una pena máxima de cadena perpetua.