MIAMI, Fla. – Ileana Ros-Lehtinen estaba viajando fuera de Miami cuando se enteró de que Lincoln Díaz-Balart falleció el lunes. Tenía 70 años.
Ros-Lehtinen, quien hizo historia como la primera mujer hispana en servir en el Congreso, emitió un comunicado diciendo que era un día triste.
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“El pueblo oprimido de Cuba no tuvo mayor defensor de su libertad”, escribió, añadiendo: “Hizo de su misión de vida exigir democracia y derechos humanos para su tierra natal”.
Díaz-Balart y Ros-Lehtinen nacieron ambos en La Habana, Cuba, ambos se mudaron a EE.UU. siendo niños, y ambos tenían padres que se opusieron a Fidel Castro. Trabajaron juntos estrechamente como legisladores cubanoamericanos.
“Él era el gigante intelectual entre nosotros”, escribió. “Su conocimiento de la historia cubana era extenso e impresionaba a líderes mundiales cuando nos reuníamos con ellos”.
Ros-Lehtinen describió cómo Díaz-Balart exigía que los presos políticos fueran liberados, que se restaurara la democracia y que “el régimen cruel y malvado de la isla fuera relegado al basurero de la historia”.
Ros-Lehtinen dijo que la “influencia de Díaz-Balart en el Congreso para enmarcar el debate sobre la política estadounidense hacia Cuba se centró en los temas de democracia, libertad y derechos humanos”.
Ros-Lehtinen admiraba la sabiduría, habilidades de debate, perseverancia y “capacidad persuasiva” de Díaz-Balart. Le dio crédito como “el autor de las piezas legislativas más importantes para castigar a los opresores del pueblo cubano”.
Ros-Lehtinen estaba segura de que “cuando se escriba la historia del movimiento por la libertad en Cuba, el nombre y legado de Lincoln serán destacados adecuada y merecidamente”.
Ros-Lehtinen representó al distrito 27 de Florida en el Congreso desde 1989 hasta 2019.
Díaz-Balart sirvió en la Cámara de Representantes de Florida desde 1986 hasta 1989. También sirvió en el Senado de Florida desde 1989 hasta 1992, y en la Cámara de Representantes de EE.UU. desde 1993 hasta 2011.