CONDADO DE MIAMI-DADE, Fla. – Una mujer de 56 años que torturó a sus hijas adoptivas hasta que una de ellas murió se mostró impasible durante su audiencia de sentencia el miércoles en un tribunal del condado de Miami-Dade.
Gina Emmanuel también optó por no mostrar remordimiento. El estado le confió la seguridad de Samaya, Samariah, Ayanna y Tanaya en 2014, y las adoptó en 2017.
Durante el juicio, el jurado supo que Samaya, de 7 años, sufrió quemaduras, heridas y marcas similares a latigazos cuando murió en 2018 tras una infección respiratoria que se convirtió en neumonía y sepsis.
“Te deseo lo mejor en el infierno”, le dijo Ayanna Gordon, ahora de 18 años, a Emmanuel durante la audiencia.
Samariah Gordon, hermana de Samaya, también estuvo en la sala cuando la jueza del circuito del condado de Miami-Dade, Cristina Miranda, sentenció a Emmanuel a cadena perpetua por el asesinato de Samaya.
Las hermanas de Samaya contaron a los investigadores y al jurado cómo Emmanuel las mataba de hambre, las obligaba a comer heces, les quemaba las manos en la estufa y las amarraba con cinta y cadenas, según los registros.
Los detectives arrestaron a Emmanuel, quien en ese entonces era enfermera registrada, en 2019 luego de una investigación que concluyó que Samaya había muerto como resultado de una negligencia y abuso horrendos, según los fiscales.
El 15 de abril, tras escuchar el testimonio de las sobrevivientes, un jurado declaró a Emmanuel culpable de asesinato en primer grado y de dos cargos de abuso infantil agravado con grandes daños corporales.
La fiscal estatal de Miami-Dade, Katherine Fernandez Rundle, emitió un comunicado tras la condena en el que elogió el valor de la hermana de Samaya, que entonces tenía 12 años, por decir la verdad.
“Nadie podría imaginar que una enfermera capacitada golpearía, torturaría y mataría de hambre a Samaya y a sus dos hermanas adoptivas”, dijo Fernandez Rundle en el comunicado del 16 de abril.
Robert Gordon, abuelo de Samaya con discapacidad visual, dijo estar furioso al saber que Emmanuel no pidió disculpas a sus víctimas durante la audiencia.
“Desearía haber podido involucrarme antes”, dijo con la voz entrecortada. También se dirigió a Emmanuel y agregó: “Pienso en hacerte daño todos los días”.
Por las dos condenas por abuso infantil, la jueza Miranda también sentenció a Emmanuel a dos penas de 30 años de prisión, que se cumplirán de manera concurrente. Su defensa planea apelar el caso.