MEXICO CITY – Restos de vidrios rotos y una mancha de sangre permanecían el miércoles en una calle del centro de la Ciudad de México donde un día antes asesinaron a dos de los funcionarios más cercanos a la alcaldesa de la capital. El crimen que conmocionó a la capital fue, según la fiscalía local, directo, planeado y ejecutado, al menos, por cuatro personas con experiencia previa.
“El ataque necesariamente implicó una inversión de recursos considerables, humanos, logísticos, materiales”, dijo la fiscal capitalina, Bertha Alcalde, en un conferencia de prensa. “Sin embargo, y es muy importante recalcar que hasta el momento no se cuenta con una hipótesis concluyente sobre el móvil del ataque ni sobre los autores intelectuales”.
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Hasta el momento no hay detenidos.
Las autoridades no descartan ninguna línea de investigación y contemplan tanto posibles móviles personales como profesionales y políticos, aunque indicaron que no tenían identificadas amenazas previas. Los funcionarios no contaban con resguardo de seguridad.
“No podemos concluir que esto esté vinculado al crimen organizado, mucho menos hablar en estos momentos de un grupo del crimen en específico”, subrayó Alcalde.
Agregó que, en días previos al crimen, hubo vigilancia de la céntrica avenida donde, en plena hora pico, un individuo armado disparó ocho veces contra Ximena Guzmán y cuatro contra José Muñoz, la secretaria particular y un asesor de la alcaldesa Clara Brugada.
Sin embargo la repercusión del ataque, el de mayor impacto ocurrido en los últimos años en la ciudad, es innegable.
El jefe de seguridad de la capital, Pablo Vázquez, señaló que se abrió un grupo de investigación interinstitucional, con operaciones las 24 horas del día y los siete días de la semana. Además se mantuvieron los despliegues operativos del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional, que aunque no son muy visibles, siempre están presentes.
Horas antes, la presidenta Claudia Sheinbaum, aseguró que “toda el área de investigación e inteligencia” del Estado colaboraba con las autoridades capitalinas para esclarecer cuanto antes el crimen.
Incluso el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, en una comparecencia parlamentaria se hizo eco de ataque. “La violencia política allí es real", dijo en referencia al doble asesinato. Las autoridades mexicanas "tienen un interés real y el deseo de ir contra los cárteles y nosotros queremos ayudar”.
Además de la motocicleta y el coche localizados el martes, se halló una camioneta utilizada por los agresores para huir, que ya están siendo buscados en estados aledaños a la capital.
En la zona del doble homicidio, la normalidad se imponía el miércoles, sólo alterada por las miradas curiosas ante los carteles, flores y velas colocados en memorios de Guzmán y Muñoz.
Loretta García Ortiz, una universitaria de 19 años, volvió a pasar por el lugar donde la víspera vio el cuerpo ensangrentado de Muñoz tirado en el suelo y, unos metros más adelante, el de Guzmán muerta dentro de su auto. “Uno sale de la casa pensando que va a ser un día normal... Pero cuando ves un accidente así te impacta”, dijo la joven todavía conmocionada y temerosa.
“Los asesinatos siempre sorprenden y más si son en este sentido... Algo muy planeado”, comentó Isidro Yáñez, un acupunturista de 63 años, que observaba el pequeño memorial.
La seguridad de la capital, más que un tema local
La seguridad de la Ciudad de México no es sólo un tema local. En la capital están los tres poderes del Estado y es el principal nodo de comunicaciones del país. Por eso, Brugada participa todos los lunes en el gabinete de seguridad federal, mientras que el resto de gobernadores de otros estados asisten cada uno o dos meses.
Aunque es considerado un reducto de relativa tranquilidad dentro del país, la presencia del crimen organizado en la capital no es un secreto y el atentado en 2020 contra Omar García Harfuch —entonces responsable de la seguridad capitalina y hoy de la federal— fue el mayor ejemplo. Una emboscada con fusiles de alto poder y granadas en un barrio de lujo, organizada por el Cártel de Jalisco Nueva Generación, acabó con tres muertos, García Harfuch herido y el vehículo blindado acribillado.
Sin embargo, esos actos de violencia extrema no son habituales en la zona urbana, algo que los expertos atribuyen a la necesidad de los cárteles de tener la ciudad como centro de otro tipo de operaciones y pasar más desapercibidos.
“Hay presencia de grupos criminales particulares en la ciudad y hay trabajo permanente y constante” para combatirlos, reconoció el miércoles la presidenta.
Sheinbaum afirmó que cuando llegó a la alcaldía de la ciudad en 2018 construyó "un modelo de investigación, de inteligencia y un trabajo coordinado con el gabinete federal”, impulsado por García Harfuch, que el equipo de Brugada ha continuado.
“Ninguna forma de violencia doblegará a la Ciudad de México, ni a su gente ni a sus instituciones”, afirmó Vázquez, el actual jefe policial.
De hecho, ha habido recientes detenciones de objetivos criminales vinculados a los cárteles y se han desarticulado células criminales pero Vázquez dijo que nada de eso parece vinculado al crimen de los funcionarios.
Guadalupe Correa-Cabrera, una académica de la universidad estadounidense George Mason y experta en crimen organizado, se mostró cauta a la hora de analizar lo sucedido pero recordó que cárteles como el de Jalisco operan en muchos lugares del país a través de “franquicias criminales” locales y pequeñas.
En su opinión, si hay varias personas implicadas y fue algo planificado, ya podría hablarse de delincuencia organizada y señaló que no puede descartarse que el ataque fuera “un mensaje” para Brugada "porque estamos hablando de víctimas aparentemente completamente inocentes y de un personaje de primerísima importancia a nivel político”, el segundo después de la presidenta de la república.