QUITO – Ha sido el hombre más buscado de Ecuador por un año y medio desde que se escapó de prisión en enero de 2024. Y resultó que la policía y el ejército finalmente encontraron y detuvieron a José Adolfo Macías, alias “Fito”, en su propia ciudad natal en la casa de un familiar.
El capo del narcotráfico, de 45 años, por el que el país sudamericano había ofrecido una recompensa de un millón de dólares por información que diera con su paradero, es requerido por la justicia estadounidense con cargos de distribución de cocaína y contrabando de armas, entre otros, por los que podría enfrentar hasta 100 años de prisión.
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Antes de fugarse, el líder de la peligrosa banda criminal Los Choneros cumplía una condena de 34 años de cárcel por narcotráfico, delincuencia organizada y asesinato en una prisión de Guayaquil. Y desde entonces ha estado escondido.
¿Dónde? No se sabe exactamente, pero las fuerzas de seguridad ecuatorianas lo capturaron el miércoles en una lujosa casa de un familiar en Manta, la ciudad portuaria en la que nació, que es también una de las zonas donde la banda Los Choneros empezó a tener influencia antes de extenderse al resto del territorio.
Acompañados por la oscuridad de la madrugada, un fuerte contingente policial y militar ingresó a la vivienda en esa ciudad a unos 260 kilómetros al suroeste de Quito. Las autoridades lo habían buscado fuera del país, solicitaron una orden de detención internacional a la Interpol e hicieron seguimientos a su familia, que quiso radicarse en Argentina, pero fue expulsada.
¿Cómo era su escondite? Alias “Fito” estaba oculto en un búnker subterráneo al que sólo se podía acceder por una pequeña escotilla disimulada con un grueso bloque de cemento y baldosa en la zona de lavandería de la casa. La trampilla se accionaba desde el interior, como mostraba un vídeo grabado por la policía y difundido la noche de su detención.
La casa era una suntuosa estructura de tres plantas, que parece estar revestida de pisos y paredes de mármol, con piscina interna, gimnasio ampliamente equipado, mesa de billar y otras comodidades. También había tres estatuas de San Judas Tadeo, que es venerado por narcos mexicanos.
Una vez tomado el control de la vivienda y alertados de la existencia de un búnker, las fuerzas de seguridad realizaron un sobrevuelo del lugar. La ubicación de un “sembrío irregular” llamó la atención y determinó la necesidad de llevar maquinaria pesada que empezó a excavar en las inmediaciones de la lujosa residencia.
¿Por qué salió del búnker? Ni la presencia de 200 militares en la vivienda donde se encontraba lograron que asomara de su escondite, pero cuando empezó el trabajo de excavación con maquinaria pesada, el miedo a morir aplastado hizo que abriera la escotilla y se entregara a las autoridades.
“Cuando esto sucede alias Fito entra en pánico”, relató el jueves el ministro del Interior, John Reimberg, en rueda de prensa. Si la remoción continuaba, el techo del búnker se desplomaría. “En ese momento abre la escotilla donde se encontraba personal militar y policial y sale del hueco”.
¿Cómo dieron con el paradero del capo? Fue clave la participación de un funcionario del municipio de Manta que, según tareas de inteligencia, formaba parte del anillo de seguridad de alias “Fito” y los condujo hasta él. El comandante de policía de Guayaquil, Víctor Ordóñez, reveló además a la AP que su hija menor de edad confirmó que su papá se encontraba en la casa en ese momento.
El operativo duró más de diez horas y en la investigación, según el ministro Reimberg, fueron determinantes algunas “operaciones psicológicas”. Un mes antes de la captura, varios miembros de la familia del narco fueron detenidos y sus bienes y empresas allanados e incautados. “Eso ayuda a que la persona tenga un conflicto y pierda el control de lo que está haciendo”, dijo sin dar más detalles.
¿Qué encontraron dentro del escondite? Imágenes de un video policial al que AP tuvo acceso dejan ver el interior del búnker subterráneo. La escotilla disimulada en el piso era imperceptible. Una vez que la pesada estructura fue desplazada, se desciende por una escalera. Al final de un pasillo aparece una estrecha habitación con tres colchones apilados, conexiones de luz, ventilación y aire acondicionado.
El otrora poderoso cabecilla narcotraficante que desafió al Estado y puso en jaque las cárceles el país, estaba en el suelo, con el torso desnudo, sometido con una pistola apuntándole en la cabeza y obligado a decir en alta voz su nombre una y otra vez. “Macías Villamar”, se lo escuchó decir en los vídeos de la policía difundidos.
¿Dónde está ahora y qué pasará con alias “Fito”? Tras su detención y traslado a Guayaquil, el peligroso líder de Los Choneros fue recluido en la prisión de máxima seguridad La Roca, a la espera, según las autoridades, de un pedido de extradición de Estados Unidos. La Roca está dentro de un complejo de cinco prisiones en la ciudad portuaria, donde también está La Regional, de donde se fugó un año antes.
La extradición de ecuatorianos al exterior, prohibida por la Constitución, es posible desde abril del año pasado cuando se aprobó tal posibilidad en una consulta popular. “Hemos cumplido con nuestra parte”, dijo Reimberg. “Espero que en las próximas horas o máximo los próximos días” llegue la solicitud de Estados Unidos.