Cómo las condiciones climáticas propiciaron las letales inundaciones repentinas en Texas

Un helicptero sobrevuela el ro Guadalupe despus de que una inundacin repentina arrasara el rea, el viernes 4 de julio de 2025, en Kerrville, Texas. (AP Foto/Eric Gay) (Eric Gay, Copyright 2025 The Associated Press. All rights reserved)

WASHINGTON – Cantidades increíbles de humedad en el aire alimentaron una tormenta que avanzó lentamente y provocó intensas lluvias en el centro de Texas, creando condiciones para las mortales inundaciones repentinas en las primeras horas de la mañana, cuando era fácil que las personas fueran sorprendidas, dijeron meteorólogos.

En las primeras horas del viernes, más de 30 centímetros (12 pulgadas) de lluvia cayeron en la región montañosa Hill Country en un lapso de varias horas, haciendo que los niveles de agua subieran rápidamente, según la empresa de pronósticos meteorológicos AccuWeather. El área es naturalmente propensa a las inundaciones repentinas, pero esta fue una tormenta especialmente severa que cayó durante las vulnerables horas nocturnas, indicaron expertos. Se han reportado docenas de muertes y numerosos rescates.

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Los meteorólogos dijeron que una atmósfera más cálida debida al cambio climático provocado por el ser humano puede contener más humedad y permitir que las tormentas severas provoquen más precipitaciones, aunque es difícil vincular tormentas específicas con un planeta en calentamiento poco después de que ocurren.

“En un clima cada vez más cálido, sabemos que la atmósfera tiene más humedad que aportar, retener y liberar. Pero también lo que sabemos sobre el cambio climático es que nuestros eventos de lluvia no son tan uniformes como solían ser”, declaró Shel Winkley, meteorólogo de Climate Central. “Entonces, tendremos estos grandes eventos de lluvia en ciertas áreas, que se alimentan del nivel histórico de humedad en la atmósfera”.

En las últimas semanas, inundaciones repentinas impulsadas por ráfagas de lluvia intensa se volvieron mortales en distintas partes de Texas y en Virginia Occidental. En junio, en San Antonio cayeron más de 18 centímetros (7 pulgadas) de lluvia en unas cuantas horas, por lo que fue necesario rescatar a decenas de personas de las aguas que subían rápidamente, pero de todas formas murieron al menos 13 personas. Y ese mes en Virginia Occidental, al menos nueve personas fallecieron cuando cayeron hasta 10 centímetros (4 pulgadas) de lluvia en 40 minutos y causaron inundaciones repentinas en el área de Wheeling.

El agua corre sobre terreno duro

Robert Henson, meteorólogo y escritor de Yale Climate Connections, indicó que la tormenta más reciente en Texas estuvo cerca de ser un evento que ocurre una vez en una generación. Cayó en la región montañosa de Hill Country, donde el agua desciende rápidamente por colinas escarpadas hacia estrechas cuencas fluviales que se desbordan rápidamente.

“Como suele ocurrir en los peores desastres, muchas cosas se conjuntaron de una manera terrible”, explicó Henson.

Además, el área había sufrido una sequía, por lo que el agua corrió rápidamente por la tierra seca y dura. Eso hizo que fuera más peligrosa para los niños que asistían a campamentos.

“Una repentina oleada de lluvia como esa tiene más dificultades para ser absorbida”, dijo Brett Anderson, meteorólogo sénior de AccuWeather. “Sólo corre por encima. Es como concreto”.

La enorme cantidad de lluvia fue abrumadora. Ryan Maue, ex científico en jefe de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), que actualmente es meteorólogo privado, calculó el sábado por la mañana que la tormenta había dejado caer más de 450.000 millones de litros (cerca de 120.000 millones de galones) de agua en el condado Kerr, que se llevó la peor parte.

Una tormenta con mucho combustible

La humedad alimentó el meteoro desde muchas direcciones. La tormenta tropical Barry se formó brevemente el fin de semana pasado, avanzando sobre México, y luego sus remanentes continuaron hacia Texas. Pero la corriente en chorro, un flujo de aire que influye en los patrones climáticos, no estaba allí para empujar esa humedad.

“Normalmente, los sistemas meteorológicos y los vestigios de sistemas tropicales son recogidos por la corriente en chorro, y ésta no está sobre Texas actualmente”, indicó Winkley, el meteorólogo de Climate Central. “En esencia es un sistema meteorológico sin un camino para alejarse del estado de la Estrella Solitaria”.

El agua cálida del Golfo de México alimentó la atmósfera húmeda. Aún más humedad provino de áreas sobre el océano Pacífico hacia el oeste. La combinación dio a la tormenta mucho combustible una vez que comenzó.

Winkley señaló que en el área que se inundó, el cambio climático podría significar que las tormentas sean menos comunes, pero cuando ocurren, pueden ser más severas.

En general, una atmósfera más cálida puede contener más humedad, generando condiciones para que las tormentas produzcan más lluvia.

“Con el cambio climático, tenemos una atmósfera cada vez más cálida. Una atmósfera más cálida retiene mucha más humedad, y, obviamente, vemos mucha más humedad atmosférica total en todo el mundo en los últimos años de lo que normalmente tenemos”, explicó Anderson, el meteorólogo de AccuWeather.

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The Associated Press recibe apoyo de la Walton Family Foundation para la cobertura de las políticas hídricas y del medio ambiente. La AP es la única responsable de todo el contenido.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.


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