DORAL, Fla. – Andre Martin es detective del Departamento de Policía de Miami-Dade.
Hace 17 años, fue a la escuela con Jaime Gough y su asesino Michael Hernández.
Martin se sorprendió cuando escuchó que Hernández murió en prisión la semana pasada.
“No tengo muchas palabras para su fallecimiento, no me trae alegría ni consuelo ni alivio”, dijo. “Al final del día, no trae de vuelta a Jaime”.
En 2004, el cuerpo de Gough fue encontrado apuñalado más de 40 veces con la garganta cortada en el baño de la escuela secundaria Southwood.
Martin dice que el día antes de que Hernández asesinara a Gough, él también fue llevado al baño y, de hecho, estaba en la lista de blancos de Hernández.
“La gravedad de la situación se vuelve cada vez más evidente para mí en la edad adulta que cuando tenía 13 años”, dijo Martin. “Caí en cuenta de que podría haber perdido la vida ese día. El impacto es exponencial”.
Saber que pudo haber sido una de las víctimas de Hernández es parte de la razón por la que se convirtió en policía.
“La inmersión profunda en la aplicación de la ley debido a este caso, las declaraciones, las entrevistas con los detectives y solo la proximidad de la aplicación de la ley realmente me inspiró a ser un oficial de policía”, dijo Martin.
Hernández murió inesperadamente el jueves pasado a la edad de 31 años mientras cumplía cadena perpetua en prisión.
La oficina del médico forense está trabajando para determinar la causa de la muerte.
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