MIAMI-DADE, Fla. – Una madre del sur de Florida está de duelo por la pérdida de su hijo, quien fue una de las tres personas asesinadas durante un tiroteo en una fiesta de graduación en el suroeste de Miami-Dade.
Las tres víctimas estaban emparentadas, según se enteró Local 10.
Esa madre, Candis Hilton, dijo que no salía a menudo y que en realidad lo alentó a que asistiera al evento.
“Él era mi único hijo, no tengo más hijos”, comentó, hablando con Local 10 por teléfono solo tres días después de perder a su hijo, William Everett Jr. “Ni siquiera puedo poner eso en palabras”.
William, de 22 años, fue asesinado junto con sus dos primos, Tyleshia Taylor, de 20, que era oficial de correcciones del estado, y Jahem Ziegler, de 18 años. Todos estaban celebrando la graduación de un ser querido.
El dolor que rodea al fatal tiroteo está golpeando a Candis con especial dureza, ya que estaba cuidando a su pequeño hijo esa noche.
“Su principal preocupación era su hijo, así que no salía a pasar el rato”, dijo. “Todo lo que hacía lo hacía con su hijo. Esa noche le dije que se divirtiera, que saliera”.
El video de vigilancia de un negocio cercano muestra una noche tranquila antes del tiroteo desde un vehículo, luego el parpadeo de las luces de la policía.
Local 10 se enteró de que tres adolescentes que estaban en la sala de narguiles esa noche han sido arrestados, pero por otro tiroteo.
Quantayvius McCutchen, de 19 años, su hermano Yahtayvius McCutchen, de 17, y su amigo Keyshad Richardson, de 19, han sido acusados de intento de asesinato.
La policía cree que se desató una disputa con otros asistentes a la fiesta.
Los detenidos están acusados de seguir un automóvil que salió del salón de narguile y dispararle en la autopista de peaje, hiriendo al conductor.
La policía no ha hecho ninguna conexión directa entre los tres adolescentes arrestados y el tiroteo masivo real, que dejó la sala cerrada y enfrenta miles de dólares en multas por varias violaciones del código de seguridad, electricidad y plomería.
Candis, mientras tanto, está pidiendo justicia y le dice al Local 10 que su hijo era solo un espectador inocente.
“Una cosa es tener un objetivo, y otra es disparar al azar”, mencionó. “Eso es estúpido.”
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