MIAMI, Fla. – El alcalde de Miami, Francis Suárez, probablemente quería que su discurso sobre el “Estado de la Ciudad” fuera la gran noticia del martes por la mañana.
Pero un aleccionador informe del Miami Herald publicado horas antes eclipsó su positivo discurso, en el que promocionaba una “historia de logros sostenidos”: El periódico informa de que Suárez promovió un contrato municipal sin licitación que beneficiaba a un socio de una de sus empresas privadas.
Es el último de una serie de informes del periódico en los que se cuestiona cómo los vínculos del alcalde con empresas y gobiernos extranjeros han interferido con sus funciones oficiales. El alcalde ha seguido afirmando que no ha hecho nada malo, pero aún no ha aportado pruebas.
Tras el discurso, los movimientos del alcalde fueron gestionados, protegidos y dirigidos. Respondía a las preguntas de un periodista cada vez a puerta cerrada, incluida Glenna Milberg, de Local 10.
“La conclusión es: no hice nada para beneficiar a nadie y lo he dicho muchas muchas muchas veces y lo voy a seguir diciendo”, dijo Suárez a Milberg.
Las preguntas comenzaron tras la malograda carrera presidencial de Suárez, para la que tuvo que declarar, por primera vez, sus fuentes de ingresos.
Su salto en la riqueza personal se deriva de una lista de empresas que le contrataron o contrataron con él. Los registros públicos de Miami revelan que algunas de esas mismas entidades solicitaban favores municipales para sus negocios y los correos electrónicos sugieren que el alcalde ayudó.
“¿Cree que esas empresas le tendrían en nómina si usted no estuviera en una posición de poder en la ciudad de Miami?”. preguntó Milberg a Suárez.
Él respondió: “Su pregunta ya tiene una premisa errónea, que estoy trabajando para 12 empresas”.
El alcalde sugirió que Milberg y otros no hicieron suficientes deberes y sacaron conclusiones erróneas. Para respetar esa postura, reformuló la pregunta.
Cuando empezó a formular la pregunta, Suárez respondió escuetamente: “Gracias. Ya he terminado”.
Salió furioso de la sala mientras Milberg seguía presionándole sobre el último informe.
“Una empresa que le ha contratado, ¿cree que podrían haberlo hecho, si usted no fuera el alcalde?”, le preguntó.
“He terminado. He terminado”, repitió el alcalde.
“Alcalde, ¿puede responder a esa pregunta?”. preguntó Milberg.
“Ya he terminado”, respondió mientras salía por la puerta.
Los vínculos empresariales de Suárez han puesto al alcalde en su segundo mandato bajo la lupa; el Herald ha informado anteriormente de que el FBI está investigando a Suárez por sus vínculos con un promotor local.
No es el único funcionario de la ciudad que se encuentra actualmente bajo escrutinio legal o ético -o ambos- y se refirió a ello en su discurso sobre el estado de la ciudad, añadiendo que tanto él como la comisión están a favor de introducir una supervisión independiente para la ciudad.
