MIAMI, Fla. – La comisión de Miami tiene una reunión especial fijada para el jueves por la tarde en la que el jefe de policía Art Acevedo puede presentar su caso para mantener su trabajo.
Tres de los cinco comisionados -Joe Carollo, Manolo Reyes y Alex Díaz de la Portilla- ya han dejado constancia de su oposición al jefe, por lo que parece que su destino está sellado.
Pero se espera que Acevedo esté presente en la reunión de las 3 de la tarde en el Ayuntamiento y no se espera que se vaya en silencio.
El director de la ciudad, Art Noriega, suspendió a Acevedo el lunes con la intención de despedirlo después de sólo seis meses como el principal policía de la ciudad.
Ahora le corresponde a la comisión decidir si respalda las razones del gerente de la ciudad para despedir al jefe.
El comisario Jeffrey Watson declaró el miércoles a Local 10 News: “Esto ha sobrepasado mi opinión sobre el jefe y lo que intentaba hacer”. “Esto entra ahora en el manager y en cómo va a resolver los asuntos relativos a su empleado”.
Se le preguntó a Watson si su sólido apoyo inicial a Acevedo -contratado desde Houston con gran fanfarria la pasada primavera- se ha desvanecido.
“No puedes usar el mismo libro de jugadas en un lugar que en otro porque, si lo haces, tienes 1-9. Tienes una mala temporada”, dijo Watson.
Es un viejo lema de Miami: “las reglas son diferentes aquí”.
Los ocho puntos de despido que Noriega citó en su carta de suspensión a Acevedo alegan, en general, malas decisiones, comentarios fuera de tono y baja moral.
Acevedo enfureció a los veteranos del departamento de policía con despidos y degradaciones y ha hecho públicas las acusaciones de corrupción de sus tres adversarios en la comisión.
El alcalde de Miami, Francis Suárez, que pregonó la contratación de Acevedo hace meses, dijo el martes que “su personalidad y estilo de liderazgo son incompatibles con la estructura de gobierno de nuestra ciudad”.
Sin embargo, algunos en el departamento y dentro de la comunidad han dicho que vieron pasos positivos hacia la reforma policial desde que Acevedo fue instalado en abril.
La terminación por causa significa que el jefe no recibe ninguna indemnización. También significa que tiene un camino para luchar, en el Ayuntamiento el jueves y en los tribunales si quiere.
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