HAVANA, Cuba – Según fuentes cercanas a la investigación, el número de estadounidenses heridos en los presuntos ataques con "dispositivos sónicos" ha llegado a los 25, pero los resultados de pruebas pendientes podrían aumentar este número.
Fuentes que quieren permanecer en el anonimato también revelaron que algunos de los incidentes ocurrieron dentro de la propia embajada y en varios hoteles de La Habana, incluyendo el famoso Hotel Nacional.
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Hasta este momento, se le ha informado al público que las víctimas fueron atacadas cerca o fuera de sus hogares en La Habana, y que una de las víctimas fue atacada en el Hotel Capri, que queda en el barrio del Vedado.
Debido a los ataques y a la investigación pendiente, el gobierno estadounidense está cerca de tomar la decisión de suspender las operaciones en La Habana.
El 17 de septiembre, el secretario de Estado Rex Tillerson dijo que el gobierno de Estados Unidos estaba revisando la decisión de cerrar o no la embajada estadounidense en La Habana.
"Lo tenemos bajo evaluación", dijo Tillerson. "Es un asunto muy serio con respecto al daño que han sufrido ciertas personas".
Fuentes dijeron que hay un gran descontento entre las víctimas, que siguen decepcionadas por la manera en que el gobierno de los Estados Unidos manejó la situación. Su principal queja es que los funcionarios de alto rango en La Habana y Washington se demoraron mucho tiempo en tomar medidas.
Durante el fin de semana, CNN informó que los diplomáticos y sus familias han sido atacados casi 50 veces.
El lunes, el mismo día en que se publicó la historia, los medios de comunicación estatales cubanos publicaron un informe en el que un alto funcionario cubano no identificado dijo que Cuba no tiene el tipo de equipo que se necesita para este tipo de ataque.
El informe agrega que Cuba no tiene precedentes con este tipo de ataque.
El viernes, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, al dirigirse a las Naciones Unidas, volvió a negar alguna responsabilidad y agregó que el gobierno cubano cumple con sus obligaciones de proteger a todos los diplomáticos en la isla.
"Cuba nunca ha perpetrado, ni jamás perpetrará, acciones de este tipo", dijo Rodríguez. "Cuba nunca ha permitido, ni permitirá que su territorio sea utilizado por terceros con ese propósito".
Rodríguez agregó que los resultados de una investigación preliminar que se lleva a cabo en el más alto nivel de su gobierno, y que incluye datos suministrados por los Estados Unidos, hasta el momento no muestra evidencia que confirme una causa u origen relacionada con los problemas de salud reportados por los diplomáticos estadounidenses y sus familias .
"La investigación para aclarar este tema continúa, y para poder llegar a una conclusión, será crucial contar con la cooperación de las autoridades estadounidenses", dijo Rodríguez. "Sería desafortunado si un asunto de esta naturaleza fuera politizado".
El 15 de septiembre, The Associated Press informó que el presidente de Cuba, Raúl Castro, estaba tan desconcertado por lo que estaba pasando, que mando a llamar al principal representante estadounidense del país para hablar acerca de las graves preocupaciones sobre los ataques.
La forma en que Castro respondió le sorprendió a Washington, varios funcionarios estadounidenses familiarizados con el intercambio le dijeron a The Associated Press.
En una rara conversación cara a cara, Castro dijo al diplomático estadounidense Jeffrey DeLaurentis que estaba igualmente desconcertado y preocupado. Castro negó toda responsabilidad.
Los cubanos han permitido que varias agencias de investigación estadounidenses, incluyendo el FBI, permanezcan en la isla para buscar respuestas.
En un país estrechamente controlado por el gobierno, los investigadores estadounidenses siguen buscando si una facción deshonesta de las fuerzas de seguridad de Cuba actuó en desafío al gobierno de Castro y posiblemente colaboró con otro país, como Rusia.
El 23 de agosto, Local 10 News fue el primer medio de comunicación en el país en reportar que podría haber hasta 19 víctimas. Días después, el Departamento de Estado confirmó esos números y posteriormente aumentó el número de víctimas a 21.
Los diplomáticos canadienses han sufrido problemas de salud similares y creen que fueron víctimas de ataques similares.
En agosto, Local 10 News también aprendió que algunas de las víctimas fueron atendidas en la Universidad de Miami por un médico especializado en daño auditivo y cerebral.
Existe una historia de acosos hacia los diplomáticos estadounidenses en una serie de incidentes que ocurrieron mientras ellos trabajaban en La Habana, pero nunca han sido tan graves.
Mientras vivían y trabajaban en La Habana, algunas de estas mismas víctimas de "ataques sónicos" estaban bajo constante vigilancia. Algunos reportaron que sus vehículos fueron vandalizados, sus llamadas telefónicas fueron interceptadas, intrusos entraron a sus hogares sin permiso para dejar los baños sucios con residuos humanos, ropa empapada en orina y existen hasta incluso incidentes de mascotas envenenadas.